Armador

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Un armador es una persona natural o jurídica que se dedica a explotar una embarcación con fines comerciales.

El armador participa en el transporte marítimo y su actividad forma parte de la cadena de distribución de bienes. En este sentido, su actividad comercial está relacionada al transporte nacional e internacional.

Por otra parte, es importante tener claro que el armador no es necesariamente el propietario o capitán de la embarcación. Es decir, estos tres términos pueden ser personas (naturales o jurídicas) diferentes. Está aclaración es necesaria para no confundir los roles y evitar confusiones. Claramente, no son excluyentes, también puede ser la misma persona.

Funciones del armador

Algunas de las funciones del armador son las siguientes:

  • Equipar la embarcación: Está tarea del armador proveer de equipos, avituallamiento y demás elementos necesarios a la embarcación para su operatividad. Por ejemplo, debe suministrar alimentos y equipos de navegación adecuados.
  • Contratar capitán y tripulación: El armador y el capitán no tienen porqué ser la misma persona. Por tanto, el armador tendrá la responsabilidad de contratar un capitán con documentación en regla para operar la nave. Asimismo, debe dotar de una tripulación profesional al capitán para cumplir con su actividad correctamente.
  • Gestión de cliente: El armador es el encargado de establecer las relaciones comerciales. Es decir, negociar con clientes los contratos y tarifas para operar el transporte.
  • Mantenimiento de la embarcación: Está en manos del armador garantizar la calidad operativa de la nave. Esto implica estar al tanto de los requerimientos de mantenimiento durante el proceso de transporte de mercancía. Cualquier imperfecto de la embarcación por falta de mantenimiento es parte de su responsabilidad.
  • Gestión de certificados reglamentarios: Asimismo, el armador está encargado de mantener al día los permisos necesarios para la navegación. Esto implica mantenerse al día con las regulaciones de cada país al que se dirige la tripulación. De igual forma, debe cerciorarse que los tripulantes y el capitán mantengan en regla sus documentos y no tengan inconvenientes legales en los países en los que atracan.

Finalmente, el armador tendrá la labor constante de actualizar el procedimiento de a bordo. Esto, con el objetivo de mejorar constantemente la cultura de seguridad y calidad en el manejo de la carga. También, establecer protocolos de seguridad en caso de emergencia en alta mar para mejorar la capacidad de respuesta de la tripulación. Realizar planes de contingencia para accidentes en labores cotidianas e identificar las áreas sensibles de riesgo.