Anarquismo
El anarquismo es un modelo sociopolítico que se basa en la inexistencia de una forma de Estado o gobierno impuesto. Así, se prioriza el papel del individuo en la organización de un territorio en particular y su capacidad para asociarse.
Los postulados del anarquismo establecen que los sistemas regidos por un gobierno son a la vez imposiciones. En consecuencia, la fuerza de una élite o minoría prevalecería sobre el resto de la población.
Por ese motivo, el anarquista pretende librarse de dicha opresión, apostando por un tipo de Estado “no-Estado”. Bajo ese esquema, la convivencia y colaboración entre los ciudadanos deberían ser suficientes herramientas para conseguir la paz social.
Esto surge de la premisa anarquista de que el orden natural supone la imposibilidad de que un hombre sea capaz de dominar a otro. Por ello, la tendencia lógica para el ser humano sería convivir en sociedades sin factores de control. Es decir, no debería existir un estrato de la población (clase política) con más poder.
Históricamente podemos decir que el anarquismo es un movimiento sociopolítico de finales del siglo XIX. Así, surgió bajo las alas de otros movimientos como el socialismo, el marxismo o el comunismo. No obstante, el anarquismo difiere en muchos aspectos de dichas corrientes y sigue su propio camino ideológico.
Características principales del anarquismo
La corriente anarquista cuenta con una serie de características que la definen y distinguen de otros tipos de sistemas sociopolíticos existentes:
- Cuenta con un amplio número de interpretaciones y aplicaciones, tanto en el ámbito académico como en movimientos sociales.
- Todas sus tendencias se basan especialmente en el individualismo colectivo. Es decir, asume que el ser humano tiene la capacidad de valerse por sí mismo y de desenvolverse en un entorno colectivo de sociedad. Esto, gracias a la libre asociación.
- Aboga por la extinción de todo sistema jerárquico al entender que cada individuo es igual en derechos y que debe estructurarse una sociedad horizontal sin rangos.
- El camino hacia la consecución de la anarquía debe realizarse mediante la desobediencia a leyes e instituciones. Entonces, llegará un punto en que el Estado no pueda aplicar sus elementos de fuerza y control.
- Toda reforma debe hacerse mediante elementos ajenos al Estado. Por esa razón, no es habitual ver en elecciones o votaciones a partidos políticos anarquistas. En cambio, se les identifica a menudo con fuerzas antisistema.
Crítica al anarquismo
El anarquismo toma distintas variantes que van desde el anarcocapitalismo (con libre mercado) hasta el anarcomunismo (con una economía planificada). Pero la idea fundamental es la ausencia de control. Manteniendo eso como base, se combina con otras corrientes políticas.
Sin embargo, esa falta de control que citamos en el párrafo anterior genera muchas veces temor. Por esa razón, una de las principales críticas al anarquismo es que la sociedad no puede desarrollarse de modo adecuado sin un ente supervisor.
Asimismo, otras críticas al anarquismo surgen de la concepción contraria al mismo: lo natural no es necesariamente lo mejor. El anarquismo, entre otras cosas, se rige por el argumento de que no debemos intervenir en el curso y orden natural de la vida.