Definición de vuelo chárter
Vuelo es un término que puede utilizarse para nombrar al recorrido que se realiza en una aeronave. Chárter, por su parte, es una noción que procede de la lengua inglesa (charter) y que alude al desplazamiento por vía aérea que se contrata más allá de los viajes regulares que ofrecen las aerolíneas.
Un vuelo chárter, por lo tanto, es aquel que se lleva a cabo de forma específica para una situación en particular; es decir, que no forma parte de los vuelos habituales y que no se ofrece por los canales de comercialización tradicionales.
Para la realización de un vuelo chárter, una persona (o un grupo de individuos) alquila un avión con la intención de realizar un determinado trayecto. El itinerario y el horario son definidos por el contratante. Cuando un sujeto viaja por un vuelo regular, en cambio, debe adaptarse a la oferta de rutas y horarios de la compañía aérea.
Supongamos que un equipo de fútbol chileno debe viajar a jugar un partido a Venezuela. La intención de los dirigentes es que los jugadores, una vez terminado el encuentro, regresen de forma inmediata a Chile. Como no existen vuelos regulares en el horario deseado, el club contrata un vuelo chárter que despega apenas una hora después del partido. De este modo, los jugadores pueden volver rápidamente tras la competencia.
Es importante destacar que, en un vuelo convencional, la línea aérea puede reservar una cierta cantidad de asientos para comercializarlos tipo chárter a través de una agencia de turismo. En este caso, el viajero debe adaptarse a las condiciones del vuelo, aunque compra su billete por fuera de la aerolínea.
Además del precio, que es claramente más alto en un vuelo chárter que en uno normal, y de la posibilidad de contratarlo para un día y una hora específicos, con un destino en particular y para la cantidad de pasajeros que uno desee, existen otras muchas diferencias entre ambas modalidades de viaje aéreo, que se centran en los servicios y la libertad de los clientes durante el viaje. En primer lugar, no olvidemos que las personas que acceden a este tipo de vuelos suelen tener estilos de vida relacionados con el lujo y el poder económico, por lo cual sus actividades no pueden ser consideradas «normales».
Cuando un cantautor o un grupo de música contrata un vuelo chárter, por ejemplo, en especial si lo requieren para un viaje de larga distancia, como ser a otro continente que se encuentre cruzando el océano, es probable que aproveche las largas horas de traslado no solamente para relajarse, sino para ultimar detalles acerca de sus más recientes canciones, o de su actual gira, entre otras posibilidades.
Lejos del número de reglas que por lo general se asocian a un vuelo común, como ser que los pasajeros deben permanecer en sus asientos a menos que necesiten levantarse para usar los baños, los clientes de un vuelo chárter tienen un nivel de libertad acorde al precio que pagan y a las necesidades que los llevan a contratarlo.
Es sabido que a lo largo de los vuelos chárter no es raro que los pasajeros usen sus teléfonos móviles, o que graben vídeos promocionales para sus seguidores, entre otras actividades que no pueden llevarse a cabo en un viaje común, al menos no de forma legal. En definitiva, si lo analizamos desde este punto de vista, esta modalidad de viaje aéreo no parece un lujo innecesario, sino un servicio que resulta muy útil para ciertas personas con responsabilidades fuera de lo normal. Estas mismas diferencias se dan entre el transporte público y los vehículos particulares: en nuestro coche privado tenemos más libertad que en un autobús, y a veces la necesitamos para cumplir con un compromiso, mientras que otras puede ser tomado como un artículo de lujo.