Definición de voluble
El vocablo latino volubĭlis llegó al castellano como voluble. Este adjetivo hace referencia a aquello que carece de constancia o que se vuelve con facilidad hacia sus alrededores.
El término suele vincularse a la persona que cambia de opinión, conducta, actitud o actividad con frecuencia. Tomemos el caso de un joven que, un día, sostiene que Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo. Al día siguiente, Lionel Messi marca dos goles en un partido: el muchacho, entonces, empieza a decir que el mejor futbolista es el argentino. Una semana más tarde, una gran actuación de Neymar lo hace cambiar nuevamente de parecer. Ahora, para este individuo el jugador brasileño es el mejor del planeta. Como se puede apreciar, el joven es voluble.
Cuando el cambio de parecer tiene lugar en cuestiones más serias, como ser los ideales y las convicciones con respecto a la moral y la justicia, la volubilidad se convierte en un rasgo muy preocupante. Si una persona que lleva un tiempo defendiendo los derechos de los animales se deja convencer en una conversación de la necesidad de ponerle un bozal a su perro y sacarlo a pasear atado, significa que tiene un grave problema de inseguridad e incoherencia que deberá tratar antes de hacer daño a su entorno, o a sí misma.
Un ser voluble es, en otras palabras, inseguro, indeciso y demasiado influenciable, todas caracteríticas poco deseables y potencialmente peligrosas. Es muy importante explorar las propias ideas, contrastarlas y buscar nuevas si es necesario, para convertirnos en personas firmes y con valores inquebrantables, sin miedo a la opinión ajena, sino abiertas a ella para dar lugar al diálogo y, en el mejor de los casos, para crecer y alcanzar nuevas alturas a nivel intelectual.
El adjetivo incluso se puede aplicar a conjuntos de seres humanos o a cuestiones abstractas. Un equipo de básquetbol (baloncesto) será calificado como voluble si no consigue mantener una línea de juego y un cierto nivel con el correr de los encuentros. Un mercado, por otra parte, puede ser llamado voluble si sus variables cambian de manera abrupta y continua.
En el terreno de la botánica, la idea de voluble alude al tallo que, en su crecimiento, se anuda a algún elemento. Las plantas con tallos volubles, conocidas como guiadoras o plantas de guía, requieren de un módulo para su desarrollo, ya que estos tallos no logran sostenerse por sí solos. Un ejemplo de planta con tallo voluble es el lúpulo, que se emplea para la producción de cerveza.
Teniendo las acepciones anteriores en cuenta, veamos la información referente a la etimología del término voluble. Este adjetivo tiene su origen en la palabra latina volubilis («que gira o puede hacerlo, que puede enroscarse, que rueda según las circunstancias, cambiante, mudable»), y ésta, a su vez, se forma con la unión del verbo volvere («dar vueltas, desviarse, girar«) y el sufijo de posibilidad -bilis (que en nuestra lengua encontramos como -ble).
Por su parte, el verbo latino volvere está asociado a la raíz indoeuropea *wel-2 («enrollar, volver«), la cual asimismo permite la formación del término latino valva (hoja que gira de una puerta). Siguiendo por este camino damos finalmente con el término vulva («vagina», haciendo alusión a la idea de un órgano capaz de envolver) y con vallis («zona rodeada o envuelta de montañas»), que derivó en valle.
Resulta muy interesante descubrir el gran número de palabras que se encuentran relacionadas con voluble, ya sea porque coincidan en parte de su significado o porque tengan raíces en común. De hecho, la lista continúa si nos centramos en la raíz indoeuropea *wel-2, ya que se halla en el esqueleto de muchos términos griegos que también hacen referencia a las ideas de «envolver» o «girar». Dado que en griego desaparece la wau inicial y en algunos casos queda una aspiración, es entendible que hayan surgido vocablos como élitro y hélice, con la raíz transformada en el- o hel-.