Definición de viceversa
Viceversa es un adverbio que puede entenderse como “al revés”. El concepto se utiliza cuando dos elementos o situaciones pueden cambiar de posición entre sí.
En su etimología nos encontramos con dos componentes: vice, que puede traducirse como «en lugar de» y versa, que significa «vuelta». Así como se indica en el párrafo anterior, el término viceversa indica una cierta reciprocidad, es decir, que conecta dos situaciones en ambos sentidos.
Por ejemplo: “El gobierno nacional anunció que la semana próxima comenzarán a desarrollarse de modo simultáneo exposiciones de artistas de Buenos Aires en Córdoba y viceversa”, “Debes tener en cuenta que hay cosas que un empleado no tolera de su jefe y viceversa”, “Mi padre decía que siempre hay algo de verdad en la mentira y viceversa”.
Tomemos el primer ejemplo. Cuando alguien expresa que habrá una exposición de artistas de Buenos Aires en Córdoba y “viceversa”, estará indicando que también habrá una exposición de artistas de Córdoba en Buenos Aires. Es decir: se desarrollarán dos muestras simultáneas, una en Córdoba (con artistas de Buenos Aires) y otra en Buenos Aires (con artistas de Córdoba).
Del mismo modo, si nos centramos en el segundo ejemplo, la expresión alude a que, así como hay ciertas cuestiones que un empleado no tolera de su jefe, también hay situaciones que un jefe no tolera de su empleado.
Cabe señalar que el uso de la palabra viceversa no es tan común en el habla cotidiana, a pesar de no ser difícil de comprender o de colocar en una oración. En parte, la razón de su ausencia en el lenguaje popular puede deberse a que ofrece una concisión que no es típica de la oralidad.
Al hablar solemos usar un exceso de palabras, aunque esto no se refleje necesariamente en una mayor riqueza, ya que no todas ellas son diferentes o complementarias. Veamos una oración en la que el emisor podría haber aprovechado el término viceversa para economizar su mensaje: «Él nunca me llama; bueno, yo tampoco lo llamo». Sobra decir que la siguiente versión es más elegante y no acarrea pérdida de información: «Él nunca me llama, y viceversa».
El problema con la economía y la brevedad a la hora de expresarnos comienza cuando le quita naturalidad al mensaje, cuando atenta contra el contenido emocional. En los ejemplos del párrafo anterior se advierte que la versión escueta es menos espontánea, no parece incluir emociones sino simplemente una serie de datos requeridos por el interlocutor, como si éste le hubiese preguntado al emisor con qué asiduidad se comunica por teléfono con un tercero.
Al repetir las palabras de la primera proposición para indicar que sucede lo mismo en ambos sentidos, tenemos la oportunidad de entonar esta segunda parte de diferentes maneras, para expresar las sensaciones que nos causa la historia, algo que resulta casi imposible con el uso de viceversa. La abundancia, en este caso, nos da la posibilidad de mostrarnos decepcionados, de evidenciar un cierto grado de culpa o alegría, entre otras emociones, ante la situación, y eso es necesario para comunicarnos oralmente, ya que no siempre decimos directamente «estoy triste» o «angustiado», sino que solemos denotarlo a través de la entonación y los gestos.
Viceversa, por otra parte, es el nombre de una banda de rock que existió en España entre 1985 y 1988. El grupo, en sus inicios, acompañó al músico Joaquín Sabina, junto a quien editó tres discos. Viceversa luego comenzó a actuar y a grabar en solitario, lanzando otros dos álbumes.
En 1992, en Barcelona, se formó otra banda llamada Viceversa, en este caso dedicada a la música techno. Se trata de un proyecto musical encabezado por los hermanos Carlos y Ángel Beato.