Definición de usado
Usado deriva del verbo usar (emplear, utilizar, hacer que algo sirva). Como adjetivo, por lo tanto, el término permite calificar a aquello que ya se utilizó y que, por lo tanto, adquiere las características propias de lo que está gastado por su utilización.
Por ejemplo: “Ayer, en la feria, compré ocho libros usados por apenas cuarenta pesos”, “Los investigadores encontraron un pantalón usado en la escena del crimen”, “¿Sabías que el aceite vegetal usado en la cocina puede convertirse en biodiesel?”.
El concepto resulta sencillo de entender si tomamos el caso de los automóviles. Cuando un vehículo sale de la fábrica se lo considera nuevo, porque no ha estado en marcha con otro objetivo que el control de calidad. Se trata, por lo tanto, de lo que conocemos como un automóvil cero kilómetro, una expresión que en este contexto puede ser utilizada como sinónimo de «nuevo», ya que indica que no ha sido usado como medio de transporte.
En cambio, una vez acabado su primer viaje en manos de su dueño, ese mismo vehículo se habrá convertido en un automóvil usado. Es probable que haya recorrido más de mil o dos mil kilómetros, y que ese funcionamiento haya generado efectos en el motor, la suspensión y el resto de los elementos del vehículo. Un auto usado, de este modo, tiene un precio inferior al de uno cero kilómetro ya que sus componentes tienen un deterioro propio del uso.
Los artículos usados dividen a los consumidores en dos grandes grupos: por un lado se encuentran aquellas personas que jamás compran productos de segunda mano, generalmente por miedo a que hayan sido maltratados o que escondan desperfectos que no se mencionen en los anuncios; por otro, no son pocos los cazadores de ofertas, que no temen adquirir algo usado siempre que pueda satisfacer sus necesidades.
Si prestamos atención al éxito que tienen sitios como eBay y Amazon, los cuales dedican una buena porción de sus catálogos a artículos usados de un gran número de categorías, sobra decir que el temor a los desperfectos no impide a millones de usuarios invertir dinero en sus productos favoritos aunque antes hayan pertenecido a otras personas.
Entre las ventajas de comprar un artículo usado se encuentra el precio reducido: si bien hay algunos vendedores que no parecen dispuestos a «perder» mucho dinero en sus transacciones, es sabido que la mejor táctica es no exigir más de la mitad del precio original. Los compradores más pacientes y astutos a menudo consiguen ofertas inigualables, ya sea haciendo uso de cupones de descuento o aprovechando remates.
Con respecto a los tipos de productos usados que suelen ponerse en venta, los límites parecen ser muy escasos: desde ordenadores y electrodomésticos hasta joyas y prendas de vestir, todo aquello que ya no nos sirve puede convertirse en dinero, siguiendo unos pocos y sencillos pasos para crear un anuncio en nuestra plataforma favorita.
En ocasiones se dice que las personas o las situaciones son usadas por alguien con un fin determinado. Un periodista puede acusar a un diputado de haber usado una inundación para obtener un rédito político personal. Un grupo guerrillero, por otro lado, puede ser condenado por la comunidad internacional por haber usado menores de edad como combatientes.
En el ámbito personal, es común oír que alguien se ha sentido usado por un ser allegado y que esto le representa una terrible decepción. Cuando nos damos cuenta de que un amigo o familiar nos ha manipulado para obtener beneficios, y que no hemos formado parte de una relación sincera sino de una farsa, el golpe a nivel emocional puede ser extremadamente difícil de superar.