Definición de tumulto

Tumulto, con origen etimológico en el latín tumultus, es un término que hace referencia al bullicio, el griterío o el desorden que provoca la acción de una muchedumbre. De acuerdo al contexto, el concepto puede referirse a diferentes situaciones.

Por ejemplo: “En el tumulto perdí una zapatilla”, “Al festejar su gol de manera vehemente, el jugador sueco provocó un tumulto en el campo de juego”, “La llegada del artista al territorio nacional promete causar tumulto”.

Un tumulto puede ser una gresca o una batahola. Supongamos que, en el barrio chino de una ciudad, un hombre comienza a vociferar frases discriminatorias y a insultar a la comunidad asiática. Sus palabras generan un tumulto, ya que muchos se acercan a increparlo y comienzan a empujarlo.

Los tumultos también surgen cuando muchas personas pretenden realizar algo de manera simultánea. Si cientos de admiradores de un cantante se reúnen en la puerta del hotel donde se aloja y, al verlo salir, se abalanzan sobre él, se producirá un tumulto.

En los tumultos, por sus características, pueden producirse robos u otros incidentes que son difíciles de esclarecer dada la aglomeración de individuos. Cuando hay muchas personas esperando la llegada de un tren a la estación, en el tumulto pueden actuar rateros aprovechando las circunstancias.

Tumulto, por último, es el nombre de una banda chilena de rock que se fundó en 1972. En sus dos etapas de actividad, lanzaron seis discos. En 2004 se produjo el fallecimiento de uno los miembros fundadores de Tumulto: el cantante y bajista Poncho Vergara.

Consejos para salir ileso de un tumulto

Aunque parezca absurdo, el primer consejo que debemos dar en este caso es evitar por todos los medios formar parte de un tumulto, especialmente de los que se forman con fines violentos. Claro que no siempre podemos decidir evitar las muchedumbres, y por eso es necesario saber cómo actuar para salir ilesos.

Uno de los problemas colaterales que acarrea un tumulto es el enfrentamiento indeseado con la ley. Los cuerpos de policía son enviados a poner orden, y no les resulta fácil distinguir entre los «buenos» y los «malos», entre los que se han visto envueltos en la multitud por error y los que la han formado a consciencia con un fin determinado. Independientemente de la opinión que cada uno tenga del modo en que actúan los agentes de seguridad, lo importante es no recibir un golpe que no merezcamos, y por eso debemos evitar cualquier actitud que nos pueda volver sospechosos.

El tumulto puede definirse desde un punto de vista físico, como un grupo numeroso de gente, o emocional, como el resultado de una reacción en cadena que puede comenzar por el accionar de una sola persona. Debemos recordar esto en todo momento, la facilidad con la cual se contagian las emociones, para mantener la cordura y no desviarnos de nuestro objetivo último: hallar la salida. Además, si alguien nos ataca, independientemente de nuestra postura frente a la violencia física, tenemos derecho a defendernos, y de esto puede depender que consigamos salir con vida.

Quizás el mejor consejo de todos sea caminar sin cesar, nunca detenerse, y evitar cruces de miradas con los demás participantes, especialmente con los «agitadores». Si mantenemos la cabeza gacha sin perder la percepción de nuestro entorno, entonces tenemos más posibilidades de alcanzar la meta. No olvidemos que en medio de una situación descontrolada no conseguiremos dialogar, por lo cual nuestra mejor opción es abandonar la zona cuanto antes.

Por último, nuestro movimiento debe ir siempre en la dirección de la mayoría, ya que si vamos en contra de la masa tenemos más probabilidades de ser atropellados o atacados. Mientras podamos identificar el extremo del tumulto por el que hayamos decidido salir, solamente necesitamos caminar con toda la calma posible.

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