Definición de tormenta de ideas
El término tormenta refiere a una agitación intensa de la atmósfera que acarrea fenómenos como ráfagas y precipitaciones. La noción, de todos modos, puede emplearse de modo simbólico para aludir a algún tipo de conmoción o de hecho intenso.
En este sentido, aparece el concepto de tormenta de ideas, que menciona una técnica de trabajo grupal que apunta a la búsqueda de soluciones y al desarrollo de nuevos proyectos.
También conocida como lluvia de ideas o brainstorming (expresión de la lengua inglesa), la tormenta de ideas implica que varios individuos comiencen a enunciar propuestas para resolver un asunto. La técnica pretende explotar la creatividad de cada persona, fomentándola a través de las interacciones en el seno del grupo.
Para comenzar a desarrollar una tormenta de ideas, se postula un problema o una inquietud en un entorno relajado e informal. Los diversos integrantes del grupo, a partir de este postulado, comienzan a proponer soluciones o a brindar respuestas.
Es interesante conocer que la tormenta de ideas es una iniciativa o propuesta que surgió en la primera mitad del siglo XX. En concreto, fue en el año 1939 cuando la dio a conocer el creativo y ejecutivo estadounidense Alex Faickney Osborn.
Precisamente en el planteamiento de esa nueva herramienta vino a establecer que durante el desarrollo de una sesión de tormenta e ideas había cuatro normas que se hacía fundamental cumplir:
-Que la libertad de pensamiento era absolutamente indispensable, ya que establecía que la idea más original y sorprendente podía ser la que solucionara el problema que se tenía.
-Que la crítica entre los participantes no estaba en absoluto permitida, ya fuera de tipo constructivo o una simple burla.
-Que la cantidad de propuestas e ideas era fundamental porque mientras más hubiera existían más posibilidades de poder encontrar la solución al problema.
-Que los miembros de la sesión no sólo debían exponer sus ideas sino también colaborar en la tarea de combinarlas entre sí o de cómo mejorar para así dar con una final que sea la idónea.
Los defensores de la técnica sostienen que, al tener la posibilidad de escuchar los planteos ajenos, cada sujeto toma ideas que le permiten desarrollar su propia creatividad. Hay quienes afirman, en cambio, que las personas generan una cantidad mayor de ideas cuando trabajan de modo individual.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto que realizar una tormenta de ideas pasa por acometer dos pasos fundamentales:
-La preparación, tanto del grupo como del entorno y también de la tarea.
-La aplicación. En esta fase se incluyen desde la presentación de la sesión hasta la generación de ideas pasando por la mejora de ideas y la evaluación. Esta última se puede realizar en la misma sesión o días después.
Uno de los preceptos esenciales de la tormenta de ideas es que, en un primer momento, no se debe descartar ninguna propuesta: todas se consideran válidas a priori. La finalidad es fomentar la creatividad y facilitar la creación de nuevas ideas; recién en un segundo momento se empieza a juzgar la calidad y la validez.