Definición de tejido conectivo
Entre las múltiples acepciones del término tejido, en esta oportunidad nos interesa quedarnos con su acepción en la anatomía, la zoología y la botánica: un tejido, en este caso, es un conjunto de células que actúan de forma coordinada con un fin en común. Conectivo, por su parte, es un adjetivo que refiere a aquello que liga o vincula las partes de algo.
La idea de tejido conectivo, de este modo, hace mención a una formación de células y materia homogénea, que es atravesada por diversas fibras. La función de los tejidos conectivos es brindar sostén al organismo y favorecer la integración de sus distintos sistemas.
Además de los datos que hemos dado a conocer hasta el momento sobre el mencionado tejido conectivo es interesante también que procedamos a averiguar cómo es la estructura del mismo. En este sentido, hay que exponer que se compone de tres partes fundamentalmente:
-Las fibras, que pueden ser de tres tipos: de elastina, que son las que otorgan elasticidad; de colágeno, que son las que se encargan de dar resistencia; y las llamadas reticulinas, que lo que hacen es proceder a unir a las demás estructuras existentes en el tejido conectivo.
-Las células. Estas tienen la particularidad de que suelen estar separadas unas de las otras. Asimismo hay que decir que también se presentan en dos grupos: las que se pueden dividir y las que no.
-La matriz. Bajo este nombre se encuentra la estructura, de tipo intercelular y de consistencia variable, que lo que hace es directamente proceder a rellenar los espacios que quedan entre las fibras y las células. Se encuentra conformada por materiales tales como azúcares, agua, polipéptidos y sales minerales.
La diversidad de los tejidos conectivos, que también se conocen como tejidos conjuntivos, tiene un mismo origen: el tejido mesenquimal, que procede del mesodermo (una de las capas celulares de los embriones). De todos modos, hablar de tejidos conectivos es nombrar estructuras bastantes diferentes entre sí.
Entre los llamados tejidos conectivos especializados, es posible nombrar al tejido óseo, el tejido cartilaginoso, el tejido adiposo y el tejido linfático. Hay quienes incluyen a la sangre en este grupo, mencionándola como tejido sanguíneo.
De estos tipos de tejidos podemos subrayar algunas particularidades como estas:
-El tejido óseo se divide en dos grandes grupos: el compacto y el esponjoso. Sus misiones son proteger los órganos blandos, almacenar elementos como el calcio, participar activamente en lo que es el movimiento del individuo y darle forma vital a la estructura del cuerpo.
-El cartilaginoso puede ser de tres clases: elástico, fibroso e hialiano.
-El adiposo ejerce básicamente como aislante y también como depósito o reserva de energías.
Los tejidos conectivos no especializados, por su parte, se dividen en tejidos conectivos no especializados densos (que, a su vez, pueden ser irregulares o regulares) y tejidos conectivos no especializados laxos (como el reticular, el mucoso y el mesenquimal).
A nivel general, puede decirse que los tejidos conectivos se componen de células y de elementos extracelulares, como las fibras y la denominada sustancia fundamental.