Definición de tapicería

La primera acepción de tapicería que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario refiere a un conjunto o una combinación de tapices. Un tapiz, en tanto, es un paño de gran tamaño o un tejido que se utiliza para cubrir el piso u otra superficie.

Principales acepciones

Puede usarse el concepto de tapicería para aludir a las telas que se emplean para forrar una pieza de mobiliario, crear un cortinaje o decorar. La tapicería también es el oficio, la obra y el comercio del tapicero (la persona que confecciona, instala y repara tapices).

La tapicería persigue la elegancia y la comodidad


Mediante la tapicería, se cubren los asientos con tela. De este modo el tapicero selecciona y prepara el tejido y luego se encarga de fijarlo mediante grapas, tachas u otro recurso. La actividad incluso puede consistir en el reacondicionamiento de los asientos incorporando espumas u otros materiales para ofrecerle mayor comodidad al usuario.

Herramientas de la tapicería

La tapicería requiere el uso de diversas herramientas. La tijera, la máquina de coser, las agujas y la cinta métrica, por ejemplo, son indispensables en la labor del tapicero.

Es importante tener en cuenta que la tapicería es un trabajo artesanal. Más allá de los estudios académicos o formales que pueda desarrollar el tapicero, por lo general la destreza se adquiere con la práctica. Además tiene una gran relevancia la creatividad y la habilidad de cada sujeto, ya que la utilización de maquinaria es menor.

En algunos contextos la tapicería se vuelve un verdadero arte. Ese es el caso de quienes se especializan en la restauración de muebles antiguos, por mencionar una posibilidad.

Breve historia

La tapicería es un oficio de los más antiguos que se mantienen vivos hasta la actualidad. Podemos estar seguros de esto gracias a las sillas fabricadas por los egipcios cinco milenios antes de Cristo, que fueron halladas en las tumbas faraónicas, por ejemplo. Los pueblos nómadas solían usar cojines y alfombras como base de sus tiendas para volverlas más cómodas.

Con el paso de los siglos, surgieron las mesas y las sillas que aprovechaban esta técnica con propósitos similares. Se cree que los artesanos que hasta aquella época habían fabricado las tiendas fueron los mismos que más adelante se dedicaron a usar la tapicería en el mobiliario, tal como se puede apreciar en diversos grabados que se conservan hasta el presente.

A pesar de su antigüedad, la tapicería sigue siendo fundamental


A lo largo de la Edad Media, por otra parte, los miembros de la realeza y la nobleza contaban con el trabajo de sus propios artesanos, quienes estaban a cargo de fabricar sillas y butacas de madera con asientos tapizados y rellenos, usando materiales como el cuero, la tela, fibras vegetales y pelo de animal. Ya en el Renacimiento, éstos y otros muebles se volvieron más elegantes y sofisticados gracias a la estrecha colaboración entre los tapiceros y los ebanistas.

Si bien en las últimas décadas los materiales provenientes de la naturaleza (como ser la pluma de oca o las fibras animales, vegetales o minerales) han caído en desuso en favor de los sintéticos, como ser la espuma, para rellenar butacas, taburetes, sofás y sillas, los primeros siguen siendo los más buscados por los clientes de mayor poder adquisitivo.

Las técnicas

Podemos distinguir tres técnicas fundamentales de la tapicería, que son las siguientes:

* la tradicional: usa crin de caballo, con frecuencia puesta en resortes que se sostienen mediante correas;

* la contemporánea: usa perfiles y espuma sintética;

* la semi-tradicional: se trata de una suerte de fusión entre las dos técnicas anteriores. La tradicional se aprecia en los flejes y los resortes, mientras que la contemporánea, en el uso de espuma para el relleno.

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