Definición de tántrico
Tántrico es aquello perteneciente o relativo al tantra o al tantrismo. Este adjetivo ya forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE).
El tantra es una tradición esotérica que se basa en el deseo de lograr la realización espiritual. El término puede traducirse como “telar”, “tejido” o “urdimbre”, ya que hace referencia a una continuidad.
Existen variantes del tantra en el budismo, el hinduismo y otras religiones. De acuerdo a algunos historiadores, el tantra surge de una serie de escritos del siglo VI a.C. elaborados por Buda.
En el budismo, el tantrismo es señalado como una vía rápida hacia la iluminación. Los tantras (enseñanzas del tantra) son escritos de manera simbólica y constituyen una guía para la vida.
El hinduismo, por su parte, resalta que las energías masculinas y femeninas se integran a través del tantra, obteniendo el placer total y alcanzando la elevación. Las técnicas de relajación y respiración vinculadas al tantra que se aplican al erotismo se conocen como sexo tántrico.
En el mundo occidental, el tantra suele estar asociado a las prácticas sexuales que buscan un mejor aprovechamiento de la energía. Los expertos hablan de neotantra para referirse a esta corriente que se basa en la unión sexual y descuida los aspectos espirituales.
Al igual que ocurre con el yoga y con otras prácticas milenarias, la versión occidentalizada del tantra pierde relevancia espiritual y profundidad y está más asociada al cuerpo que a la religión. Muchos ven el tantra como una técnica para mejorar la vida sexual y nada más.
La meta principal de las prácticas tántricas es conseguir que se despierte la iluminación de nuestra conciencia. Sus beneficios son muchos; algunos de ellos están ligados a la vida sexual, pero en general apuntan a un mejor conocimiento de nosotros mismos, con las consiguientes mejoras que eso conlleva. Cuando la vida sexual de una pareja mejora, se vuelve más rica, el clima entre las dos personas se vuelve más armonioso, aumenta la confianza en el otro, comienzan a comunicarse de una forma más intensa y cercana, y todo esto repercute inevitablemente en el plano intelectual.
Las prácticas tántricas nos ofrecen un camino para no desprendernos de nuestra juventud, nos revitalizan, nos renuevan, nos hacen sentir que contamos con más energía que antes de llevarlas a cabo. La autoestima también se beneficia del tantra, dado que al sentirnos mejor y con más fuerzas para encarar la vida, nuestro desarrollo personal es mayor, y comienza un ciclo en el cual confiamos cada vez más en nosotros mismos.
Aprender a conocernos más nos lleva a aceptarnos plenamente, con nuestras virtudes y nuestros defectos, y todo esto nos conduce a la superación personal. Además, uno de los beneficios de las prácticas tántricas que a menudo se ignora es que nos hace más capaces de tomar decisiones importantes, lo cual vuelve menos frecuentes las etapas de incertidumbre, ya que nos convierte en seres más prácticos.
A través del tantra, la vida se torna más placentera, los desafíos que se nos presentan a diario parecen más posibles de superar, y nuestros sentidos se agudizan, lo cual nos hace más perceptivos y mejora nuestra intuición. No debe menospreciarse la estimulación neuronal que provoca el direccionamiento de la energía sexual hacia nuestro cerebro.
Cabe mencionar que el gran volumen de energía que se puede generar a través de las prácticas tántricas no trae beneficios por sí solo; es necesario aprender a canalizarla de una forma productiva, por lo cual este conocimiento se debe encarar con responsabilidad. Para aprovechar el aumento de vitalidad que nos ofrece el tantra, debemos ser capaces de trascender la realidad y los límites establecidos por nuestra sociedad para poder hallar la serenidad absoluta.