Definición de talabartería
La talabartería es el arte que consiste en la realización de artículos de cuero. El término está vinculado al talabarte, el cinturón que se usa para llevar un sable u otro tipo de arma blanca. Al individuo dedicado a su fabricación se lo conoce como talabartero.
Productos de cuero
Se llama talabartería, por lo tanto, al oficio, el taller o el negocio del talabartero. El concepto puede utilizarse como sinónimo de guarnicionería, ya que se asocia a las correas y otros productos de cuero (las guarniciones) que se colocan a los caballos.
Productos de cuero especialmente usados en los caballos
En el sentido más preciso, la talabartería supone la elaboración de monturas, aparejos y otros elementos que se instalan en los equinos. De manera más amplia, la noción incluye el desarrollo de cinturones, billeteras, carteras, bolsos, boinas, llaveros, alpargatas y otros productos de cuero.
Teniendo en cuenta esta particularidad, la talabartería resulta equivalente a la marroquinería, al menos en el lenguaje coloquial. Sin embargo, es más exacto hablar de talabartería con referencia a los accesorios para animales y de marroquinería para aquello destinado específicamente al ser humano.
Es importante mencionar que la talabartería está estrechamente relacionada con las curtiembres. En dichos sitios se lleva a cabo la limpieza y el curtido de la piel para convertirla en cuero. Las curtiembres, por lo tanto, entregan las materias primas que los talabarteros necesitan para realizar su tarea.
Herramientas y materiales
En el desarrollo de su trabajo, el talabartero necesita una amplia lista de herramientas y materiales, algunos de los cuales se listan a continuación:
* tabla de madera: la superficie sobre la que trata los materiales y realiza los cortes necesarios; ésta debe ser blanda y ofrecer la mayor comodidad posible;
* cinta métrica: se combina con un compás métrico y una regla rígida para cubrir todos los tipos de mediciones requeridos;
* lezna: una herramienta triangular y puntiaguda de acero que sirve para hacer huecos en el cuero para luego pasar el hilo de coser a través de ellos;
* trincheta: la media de sus dimensiones más comunes son una extensión de 25 centímetros y una anchura de 3,5 centímetros;
* sacabocados: se parece a una agujereadora y se usa para realizar huecos de mayor diámetro a los posibles con la lezna;
* escofina: una herramienta de dos caras que permite pulir el cuero y emparejar su superficie. Otro nombre por el que se conoce es raspa;
* hilo de lino o cáñamo: no se puede usar uno común, ya que debe ser muy resistente y de un grosor mayor al que se usa para la indumentaria.
Historia de la talabartería
Se estima que desde las primeras actividades de agricultura y ganadería, el ser humano no sólo comenzó a domesticar al caballo sino también a desarrollar el arte de la talabartería para facilitar su trabajo. De todos modos, hay evidencias de que las tribus aborígenes anteriores a los campesinos ya trabajaban el cuero, e incluso lo grababan con calor.
La montura: uno de los productos más importantes de la talabartería
Hablando específicamente de la montura usada para cabalgar, no contamos con una fecha suficientemente precisa acerca de su creación. A pesar de ello, se sabe que en el siglo I a. C. ya la usaban los antiguos romanos, gracias a diferentes registros que lo prueban. Por otro lado, algunos historiadores están convencidos de que los nómadas de Asia fueron los primeros en crear monturas.
Si bien con el correr de los siglos el diseño y el formato de los productos de la talabartería han cambiado, algo que se mantiene intacto es el hecho de que se fabriquen de manera artesanal. Este rasgo ha conseguido trascender el tiempo y la imposición de la industria, a diferencia de otras disciplinas que se convirtieron a la producción en masa por medio de maquinarias.