Definición de surtido

Surtido es una palabra que puede emplearse de distintas formas. Como sustantivo, puede tratarse del acto y el resultado de surtir (realizar una provisión de algo, brotar). Por ejemplo: “Me gusta esta tienda porque tiene un surtido muy amplio de productos”, “El aniversario del pueblo se celebrará con un surtido de actividades”, “El surtido de material disponible es inmenso”.

El concepto de surtido, de este modo, suele hacer referencia a la variedad de artículos o productos disponibles en un establecimiento comercial. Si alguien afirma que un mercado ofrece un gran surtido de frutas y verduras frescas, estará señalando que en dicho comercio pueden comprarse diferentes clases de estos productos naturales: manzana, banana (plátano), frutilla (fresa), espinaca, acelga, etc. A mayor surtido, mayor variedad de opciones y, por lo tanto, mayor probabilidad de que el consumidor concrete una compra.

Las grandes cadenas de supermercados, por ejemplo, destinan gran parte de sus recursos al ordenamiento y presentación de su surtido, ya que de ello depende un porcentaje alto de sus ventas. Dicha organización de los artículos tiene tres objetivos fundamentales, que son los siguientes: permitir al consumidor localizar los productos con facilidad; volver más sencilla la gestión administrativa y comercial; evitar pérdidas de tiempo en las tareas de reposición de artículos.

A la hora de ubicar un determinado artículo en una tienda, o bien de destinar un espacio para un surtido, existen cuatro grandes criterios que ayudan a conseguir una adecuada clasificación:

* de semejanza: se agrupan los productos que compartan las materias primas, que se fabriquen siguiendo procedimientos similares, o bien que se conserven y funcionen de formas parecidas;

* de origen: en este grupo están los artículos que provienen de una misma zona geográfica, o bien los que comparten un mismo diseñador o fabricante;

* de uso: a diferencia de los dos casos anteriores, es en base a los grupos de consumidores a los que apunte cada producto que se aplica el criterio de uso. También se incluyen aquellos artículos que puedan ser considerados complementarios, o bien que sirven para satisfacer necesidades similares. Por ejemplo, una llave USB y un adaptador para conectar dos dispositivos USB en un toma simple, un plato y un tenedor, una pala de jardinería y una bolsa de abono son tres ejemplos de pares de productos posibles de agrupar según este criterio;

* de diferencias: aquí se destinan todos aquellos artículos que, por distintas razones, no pueden ser clasificados según los criterios anteriores. Es importante señalar que la semejanza que pueden tener para la tienda que los ubica en un mismo sitio no siempre es perceptible o razonable para el consumidor.

Por otro lado, existen los siguientes tres conceptos que sirven para medir el surtido: la amplitud, que establece la cantidad de familias de productos ofrecidos por la tienda; la profundidad, la cantidad de productos específicos; la longitud, el total de artículos dentro de una familia.

El término también puede usarse como adjetivo. En este caso, suele referirse al artículo que se comercializa como unidad pero que incluye diferentes productos. Un paquete de galletas surtidas, por citar un caso, puede presentar galletas de chocolate, de vainilla y con dulce de membrillo. Es decir: en el mismo paquete hay distintas clases de galletas.

Se conoce como surtidor, por otra parte, al artefacto que permite el surtido de combustible a un vehículo. A través de este dispositivo, es posible cargar el tanque de un automóvil con gasolina u otro tipo de combustible, algo imprescindible para su desplazamiento. Los establecimientos que cuentan con surtidores de combustible se conocen como estaciones de servicio o gasolineras; mientras que en sus orígenes los clientes debían ser atendidos por el personal de la entidad, en la actualidad es más común la modalidad autoservicio.

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