Definición de surrealismo
El surrealismo o superrealismo es un concepto que proviene del francés surréalisme. Se trata de un movimiento literario y artístico que busca trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo irracional.
El dadaísmo (que se opuso a la razón positivista y se rebeló contra las convenciones literarias burguesas) es el antecedente inmediato del surrealismo, cuyo primer manifiesto fue firmado por el poeta y crítico literario francés André Breton en 1924.
Los surrealistas persiguen la verdad mediante escrituras automáticas donde se omiten las correcciones racionales. Los escritos surrealistas se basan en la utilización de imágenes para la expresión de emociones.
El término surrealismo fue acuñado por Guillaume Apollinaire en 1917, cuando lo utilizó en el marco del programa que escribió para el musical “Parade”. Con el correr de los años, la noción experimentó diversos cambios y alteraciones.
Muchos han sido los artistas que se han convertido en auténticos referentes del surrealismo a lo largo de la historia. No obstante, entre todos ellos podríamos destacar, por ejemplo, al francés Marcel Duchamp que pasó a ser además un referente para el conocido movimiento pop. Entre sus obras más conocidas se encuentra “La fuente”.
De la misma forma, tampoco hay que pasar por alto al español Salvador Dalí. Uno de los mayores y mejores representantes del surrealismo es este que tiene quizás como obra más significativa aquella que lleva por título “La persistencia de la memoria”.
Man Ray, Meret Oppenheim o Masson también son artistas fundamentales a la hora de entender este movimiento artístico que se hizo extensible no sólo a la pintura sino también a otros campos. De esta manera, hay que subrayar que al cine llegó de manos de ilustres directores que marcaron un antes y un después en la historia de aquel.
En concreto, merece la pena destacar a insignes personajes como al español Luis Buñuel que, precisamente junto a Dalí, creó una película que se ha convertido en una producción de culto. Nos estamos refiriendo a “El perro andaluz” (1928).
En la literatura, por su parte, hay que subrayar a Pierre Naville o André Breton. Y mientras en las artes plásticas en general también se apostó de manera contundente por el surrealismo gracias a la influencia que pintores, escultores, cineastas y literatos estaban ejerciendo en todos los ámbitos de la vida.
El surrealismo, más allá de su apariencia irracional, adquirió conciencia política a partir de 1925, cuando estalló la guerra de Marruecos. Breton, de hecho, se adhirió al Partido Comunista (PC).
Existieron, sin embargo, conflictos entre quienes sostenían que el surrealismo debía ser un movimiento puramente artístico y aquellos que impulsaban un giro del movimiento hacia la izquierda revolucionaria.
En cuanto al aspecto artístico, una de las principales innovaciones del surrealismo fue la técnica del cadáver exquisito, que consiste en la creación colectiva de un conjunto de imágenes o textos. Un artista comienza una obra y se la pasa a otro artista, quien la continúa sin mirar lo que hizo el creador precedente.