Definición de suplicio
Del latín supplicium, suplicio es un tormento o dolor, ya sea físico o moral. El término puede hacer referencia a la lesión corporal o incluso la muerte que es infligida a modo de castigo, o al lugar donde un reo padece este castigo. Por ejemplo: “El condenado vivió un largo suplicio antes de morir”, “Fue un suplicio haber viajado veinte horas en estas condiciones”, “Quiero que el suplicio termine de una vez”.
El concepto suele hacer referencia a una tortura o a un mal momento que experimenta una persona por alguna circunstancia. Un suplicio puede estar vinculado a un dolor profundo o a una incomodidad, por lo que su significación, en el lenguaje cotidiano, es bastante amplia.
Puede decirse que un sujeto que atraviesa una dura enfermedad está viviendo un suplicio: “Michael está internado desde hace ocho meses y ni puede respirar por sus propios medios, por lo que rezamos todas las noches para que acabe su suplicio”, “Por suerte la intervención fue un éxito y el suplicio ya es cosa del pasado”.
Sufrir una tragedia también puede entenderse como un suplicio: “Vivo un suplicio cotidiano desde que un inconsciente atropelló a mi hijo”, “Este suplicio no terminará hasta que no aparezca el cuerpo de mi sobrina”.
En ocasiones, el suplicio no es más que un mal momento, sin llegar a convertirse en algo verdaderamente trágico: “¿Has viajado en el metro a primera hora de la mañana? Es un suplicio que me gustaría evitar”, “Lograr que te atiendan en este restaurante es un suplicio”.
Los ejemplos expuestos hasta el párrafo anterior demuestran que el uso de este término es verdaderamente amplio, ya que puede utilizarse tanto para describir una auténtica tragedia que genera un dolor muy profundo en quienes deben atravesarla como una situación molesta pero sin mucha importancia o trascendencia, como ser la ineptitud de un empleado en una tienda o el retraso que acarrea un atasco en una gran avenida.
El término suplicio también puede ser utilizado como sinónimo de pena de muerte (también conocida como ejecución y pena capital), medida utilizada para causar la muerte a una persona condenada por el Estado, a modo de castigo máximo por haber cometido un delito capital. A excepción de Bielorrusia, la pena de muerte ha sido abolida en Europa y su práctica, penalizada, y lo mismo ocurre en gran parte del mundo, aunque aún se permite en países como Japón, Botsuana y Estados Unidos.
El suplicio de Tántalo
Tántalo es el nombre de uno de los hijos de Zeus, según la mitología griega, y su historia tiene un final verdaderamente aterrador, ya que acabó siendo enviado al Tártaro, el fondo del Inframundo, donde los malvados reciben terribles castigos por sus crímenes.
Luego de haber sido invitado por Zeus a compartir la mesa con los dioses del Olimpo, Tántalo no dudó en contar su experiencia a los mortales ni en revelar secretos que éstos no debían conocer. Asimismo, como si no hubiera dado suficientes muestras de deslealtad, decidió robar ambrosía y néctar para fundamentar su historia con pruebas irrefutables.
Pero esto no es nada en comparación con sus siguientes crímenes, como haber ofrecido a su propio hijo como plato de un banquete para los dioses, descuartizándolo y sirviéndolo él mismo. Zeus, cansado de las atrocidades y mentiras de Tántalo, lo aplastó con una piedra y lo condenó a un suplicio eterno.
El suplicio de Tántalo consiste en pasar la eternidad en un lago, con el agua hasta el mentón, bajo una amenazadora roca que pende sobre él y un árbol de frutas que se aleja cada vez que intenta comer una de ellas: para pagar por sus errores, sufrirá para siempre la intimidación y la imposibilidad de satisfacer su hambre y su sed.