Definición de soborno
Del latín es donde procede, etimológicamente hablando, el término que ahora nos ocupa. Más exactamente nos encontramos con el hecho de que aquel emana del verbo subornare que era fruto de la suma del sufijo sub-, que puede traducirse como “debajo”, y el verbo ornare, que es equivalente a “equipar”. De esta manera, se llega a la conclusión de que subornare era sinónimo de “proveer a escondidas”.
Soborno es la dádiva con que se soborna y la acción y efecto de sobornar. Este verbo, con origen en el latín subornāre, se refiere a corromper a alguien con dinero, regalos o algún favor para obtener algo de esta persona.
El soborno también es conocido como cohecho o, en el lenguaje coloquial, coima. Se trata de un delito cuando un funcionario público acepta o exige una dádiva para concretar una acción u omitirla.
Es posible distinguir entre un cohecho simple (cuando el funcionario acepta dinero para cumplir con un acto) y un cohecho calificado (cuando la dádiva se entrega para obstaculizar o impedir la realización de una acción). La persona que ofrece o acepta la dádiva incurre en el delito de cohecho pasivo.
Un ejemplo de soborno tiene lugar cuando un empresario le paga una dádiva a un funcionario público con el objetivo de que éste le favorezca en una licitación o concurso. Por otra parte, un empresario puede sobornar a un inspector para que una investigación no arroje resultados negativos.
De la misma forma podemos establecer que también podemos clasificar los sobornos en base al ámbito donde se desarrollen. Así, por un lado, tenemos los sobornos en el ámbito público que son aquellos en los que toma protagonismo una figura de la administración pública. Un claro ejemplo de ello es cuando un individuo cualquiera es parado en la carretera por la policía por exceso de velocidad y aquel le ofrece dinero a la autoridad con tal de que no le ponga la correspondiente multa.
Por otro lado, están los sobornos en el ámbito de la esfera privada o particular. Los mismos son los que dan entre individuos cuando uno de ellos ofrece dinero a otro con tal de que acometa o no algún tipo de acción que le puede favorecer al primero. Un claro ejemplo de ello es cuando un ciudadano que trabaja en una empresa coge el dinero que le ofrece otro para que no contrate a un tercero.
Es importante subrayar que hasta hace poco tiempo en España no está tipificado como delito este soborno entre particulares. Sin embargo, la legislación cambió en el 2009 y ahora sí está considerado como tal.
Los sobornos también existen fuera del ámbito estatal. Es posible que un vendedor soborne al encargado de las compras de una empresa a la que intenta venderle un producto o un servicio, con la intención de que éste elija su propuesta por sobre la de los competidores.
Más allá de que el soborno implique un delito, el hecho de corromper a alguien para obtener un beneficio personal supone una falta ética que, en este sentido, debería ser evitada sin necesidad del castigo legal.