Definición de serotipo

El concepto de serotipo no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El término, de todos modos, es de uso frecuente en el ámbito de la medicina.

Se califica como serotipo a un microorganismo que puede causar una infección y que se clasifica de acuerdo a los antígenos que exhibe en la superficie de sus células. Cabe destacar que un antígeno es una sustancia que, cuando ingresa en un organismo de tipo animal, provoca una reacción defensiva.

La diferenciación de los serotipos posibilita distinguir entre microorganismos. Existen distintas poblaciones de una misma especie: cada una puede ser un serotipo específico. Este tipo de distinción es muy relevante en el campo de la epidemiología.

Como el cuerpo reacciona según el serotipo de cada microorganismo, el sistema inmunitario puede brindar una respuesta defensiva efectiva contra un serotipo pero insuficiente frente a otro del mismo microorganismo.

Para establecer los serotipos existen diferentes tipos de pruebas. Lo que se busca es analizar cómo reaccionan los microorganismos al estar en contacto con los anticuerpos de un cierto suero. Para clasificarlos se pueden tomar en cuenta los liposacáridos en bacterias gram negativas, los factores de virulencia, la existencia de exotoxinas (toxinas que un microorganismo como ser un protozoo, una bacteria o un hongo secreta fuera de la célula), bacteriófagos, plásmidos o cualquier otro rasgo que sirva para distinguir dos elementos de una especie determinada.

Algunas de las pruebas que se realizan para clasificar los serotipos son las siguientes: inmunoblot (también conocida como Western blot o electrotransferencia); ELISA («inmunoensayo ligado a enzimas», del inglés «Enzyme-Linked Immunoborbent Assay»); inmunofluorescencia (puede ser tanto directa como indirecta); aglutinación; precipitado; fijación del complemento; neutralización; hibridación del ADN.

Los serotipos, también conocidos como serovares, reúnen por lo tanto a microorganismos que comparten características antigénicas específicas. Los microorganismos también pueden diferenciarse como morfotipos (por la morfología), patotipos (por sus propiedades patógenas según el hospedador), biotipos (por las cualidades fisiológicas y bioquímicas) y otros tipos.

Los distintos serotipos del neumococo, el VIH y el virus del dengue son algunos de los grupos que han exigido y exigen diferentes tratamientos medicinales para conservar o restaurar la salud del ser humano.

Otro de los casos en los que este concepto resulta muy relevante es el virus de la Bronquitis Infecciosa, también conocido como VBI. Sus varios aislados han sido divididos en diversos serotipos, según la prueba de neutralización que se vale de cultivos de órganos traqueales o de huevos embrionados.

Por otro lado, también pueden identificarse a través de la RT-PCR reacción en cadena en tiempo real con polimerasa», del inglés «real time polymerase chain reaction») o la RFLP («polimorfismos en la longitud de los fragmentos de restricción», del inglés «restrictive fragment length polymerase»).

Dichas técnicas sirven para agrupar las cepas según su genotipo. Cabe mencionar, por otro lado, que no siempre los resultados arrojan una clasificación en la cual coincidan las cepas de genotipos y serotipos, aunque suele haber una correlación aceptable entre los dos métodos. Del VBI se conocen diversos serotipos y esto es de gran importancia, ya que en muchos casos los distintos serotipos no se protegen, aunque ciertas cepas del virus pueden actuar con gran efectividad para ofrecer protección cruzada frente a genotipos o serotipos.

Una de las características más destacadas del virus de la Bronquitis Infecciosa es su capacidad de mutar con mucha facilidad y en poco tiempo, lo cual puede dar lugar a que aparezcan nuevos serotipos o virus variantes. Es necesario determinar su prevalencia antes de decidirse a aplicar vacunas que incluyan estos virus, del mismo modo que debe tomarse en cuenta la postura de las leyes frente a este tema.

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