Definición de sepia
Sepia, del latín sepĭa (aunque con origen más remoto en la lengua griega), es un término con varios usos. Suele utilizarse para nombrar a un color rojizo claro, que puede encontrarse en fotografías antiguas, en muebles y en cualquier otro objeto.
Por ejemplo: “Las imágenes sepia de su infancia despertaron la nostalgia del anciano”, “Me agrada el color sepia de esta mesa, combina a la perfección con las sillas y el sofá”, “Las únicas fotos que tenemos del abuelo son sepia”.
Aunque el sepia fue el tono que se utilizó durante décadas atrás dentro del ámbito fotográfico, luego casi desapareció con el nacimiento de las cámaras en color. Sin embargo, en los últimos años se ha vuelto a imponer como tendencia que las instantáneas cuenten con aquel y es que con él se les otorga no sólo un aire más creativo sino además elegancia e incluso un marcado estilo vintage, que ahora tanto se lleva.
La noción de sepia también se utiliza para nombrar a la materia colorante que se obtiene de la jibia y que se utiliza en pintura. Dicho colorante, por supuesto, exhibe el color rojizo claro que mencionábamos líneas arriba.
La jibia, por su parte, es un molusco cefalópodo que también se conoce como choco o, simplemente, como sepia. Forma parte de la orden de los sepíidos y cuenta con una concha muy pequeña, que se oculta debajo de la cara dorsal del cuerpo y queda cubierta por los pliegues laterales del manto.
En muchos rincones del mundo, como sería el caso de la comunidad autónoma española de Andalucía, la sepia se ha convertido en un producto muy presente en la alimentación. A la plancha, con ajillo o incluso cocida se suele tomar aquella, que cuenta con unos importantes beneficios para la salud tales como los siguientes:
• Es una estupenda aliada para mantener a raya el colesterol.
• Se encarga de regular lo que es el nivel de energía que tiene cada persona en su organismo.
• Ayuda a fortalecer tanto el cabello como las uñas.
• Aporta al cuerpo unas importantes cantidades tanto de vitaminas como de proteínas.
• Contribuye a mejorar lo que sería el sistema inmunitario.
Los sepias viven en el fondo de mares poco profundos, entre las algas y las hierbas acuáticas. Su nado se produce a partir de la ondulación progresiva de los pliegues laterales del manto, aunque también puede expulsar el aire de la cavidad paleal para impulsarse (algo que le es muy útil para huir ante situaciones peligrosas).
Estos moluscos, que cuentan con un pico triturador, se alimentan de moluscos más pequeños o incluso de su misma especie, aunque también ingieren peces, cangrejos y camarones. Las jibias, por otra parte, tienen a los tiburones, las focas y los delfines entre sus principales predadores.
Como hemos mencionado anteriormente la sepia, que se puede encontrar en el mercado tanto fresca como congelada, se puede ingerir de múltiples maneras. No obstante, en el caso de España hay una serie de recetas muy tradicionales de prepararla:
• A la plancha con verduras como guarnición.
• Formando parte de un arroz caldoso o de paella.
• A la plancha y con vinagreta de tomate.
• Incluyéndose en un salpicón de marisco.