Definición de semblanza

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define la semblanza como un esbozo biográfico. Suele decirse que una semblanza es una biografía de poca extensión, que no abunda en los datos históricos sino que presenta información sobre el carácter y la personalidad del individuo en cuestión.

De este modo, si una biografía puede desarrollarse como un libro de 300 páginas, por citar una posibilidad, una semblanza puede resumir algunos de los datos presentes en la misma en tan sólo dos o tres páginas. Por eso la semblanza sirve como un primer acercamiento a la vida de una persona.

Una semblanza es un texto biográfico de extensión reducida.

Un ejemplo

Puede definirse la semblanza, por lo tanto, como la descripción física y/o psicológica de un individuo, acompañada de algunos datos biográficos.

Por ejemplo: “Raúl Madaggri tiene 95 años, pero la mirada joven. Sus ojos celestes vieron muchas cosas: la muerte de su madre en 1932, la quiebra de la empresa familiar en 1955, la caída del gobierno democrático en 1976, el nacimiento de su primer bisnieto hace dos meses… sin embargo, no se ven cansados. Raúl es un hombre alto, que camina erguido y con seguridad. Todavía trabaja en la granja donde nació, en el poblado de San Esteban, y ordeña las vacas con sus propias manos. Sus vecinos lo adoran ya que siempre tiene un poco de leche, media docena de huevos o un queso a disposición de aquellos que no tienen dinero”.

Como se puede advertir en este ejemplo, este fragmento de semblanza incluye información biográfica (fechas, lugares, etc.), pero también descripciones más cercanas a la literatura.

Las semblanzas curriculares son importantes en el mundo laboral.

La semblanza curricular

Uno de los tipos más comunes de semblanza es la curricular, que reúne una serie de datos relacionados con la experiencia profesional de una persona, muy similar a una carta de presentación, aunque con una estructura más definida y un carácter más autobiográfico. La semblanza curricular resulta necesaria para postularse a ciertos puestos de trabajo, especialmente en casos en los que se requiere de una formación muy específica o donde el nivel de responsabilidad es muy elevado.

El primer paso para escribir una semblanza curricular efectiva y completa es reunir todos los datos previamente. Antes de comenzar a redactarla, debemos saber qué vamos a decir, y la mejor manera de no pasar por alto ningún punto importante es realizando una lista escrita, para poder controlarla y hacer las correcciones pertinentes.

Consejos para su confección

Veamos algunos consejos:

* tomar nota de todos los puestos de trabajo que hayamos tenido en el pasado, resaltando los más relevantes para el que deseamos solicitar;
* listar, por otro lado, nuestros logros a nivel profesional, como ser premios, proyectos publicados o ascensos dentro de una empresa;
* mencionar aquellos aspectos de nuestra vida que nos generan orgullo;
* señalar algunos detalles personales, como ser lugar de residencia y estado civil, por ejemplo;
* consultar nuestros currículos anteriores, incluso los más antiguos, por si pueden aportarnos algo útil, como ser un consejo que alguien nos hubiera dado en el pasado.

Habiendo reunido toda la información que nos venga a la mente acerca de nuestra experiencia y nuestros conocimientos, llega el momento de descartar aquello que no resulte relevante. Este paso es el más difícil para la mayoría, ya que desde nuestra propia perspectiva todo puede parecer importante; sin embargo, el secreto del éxito en el primer acercamiento a un potencial empleador reside en el poder de síntesis.

Sobra decir que una semblanza no debería incluir datos falsos, especialmente si estamos hablando de nosotros mismos o de alguien a quien conozcamos bien; si llegamos a la necesidad de mentir es que no nos apreciamos lo suficiente, por lo cual deberíamos resolver esta falta de autoestima antes de continuar con la redacción.

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