Definición de salmonella
Salmonella es un término que se emplea para denominar a un género de bacterias que forman parte de la familia de las enterobacterias. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), cuando el concepto se escribe con una única L (salmonela), refiere a una de estas bacterias anaerobias que pueden provocar una contaminación de la comida.
La bacteria salmonella –recibe su nombre de un veterinario norteamericano llamado Daniel Elmer Salmon– es Gram negativa (ya que no cambia su color a violeta o azul cuando se le aplica la llamada coloración de Gram), no emplea oxígeno en sus procesos metabólicos y utiliza glucosa.
Las salmonelas residen en los intestinos de las personas y de los animales e incluso en la piel de algunos reptiles. Se trata de un agente de zoonosis: provoca enfermedades en animales que luego se transmiten a las personas.
Los seres humanos pueden contraer salmonelosis, una enfermedad contagiosa que es provocada por las salmonelas. Este trastorno es una de las intoxicaciones más frecuentes entre aquellas provocadas por la comida o por el agua.
Dado que las salmonelas suelen vivir en los intestinos de palomas, loros y otras aves, las personas suelen contraer salmonelosis cuando ingieren alimentos que estuvieron en contacto con restos de materia fecal de estos animales.
Si bien los productos provenientes de animales (como la leche, los huevos y la carne) son los que más se asocian a la fuente de salmonella y causa de salmonelosis, algunos vegetales y ciertas frutas también pueden contener esta bacteria. Uno de los recaudos para evitar que la salmonella se mantenga con vida y pueda causarnos enfermedades es cocer la comida hasta que ya no quede ningún rastro de materia cruda. Los vegetales y las frutas no tienen este requisito, ya que suele ser suficiente con lavarlos adecuadamente.
Así como el contacto con la materia fecal de animales que posean la bacteria salmonella en sus intestinos puede contagiar a otros animales y, luego, afectar negativamente la salud de los seres humanos que consumen productos derivados de ellos, la falta de atención en la cocina puede derivar en una contaminación innecesaria de ciertos alimentos; por ejemplo, si al manipular carne cruda no nos lavamos las manos adecuadamente y tocamos otros ingredientes.
La salmonelosis puede manifestarse con estreñimiento o diarrea, náuseas, dolor de cabeza, molestias estomacales y fiebre. En los casos más severos, la enfermedad puede derivar en una perforación intestinal.
Esta enfermedad provocada por las bacterias del género salmonella se diagnostica a partir de un análisis de la materia fecal y se trata con diferentes antibióticos.
La enterocolitis por salmonella, por su parte, es una infección que se produce en el intestino delgado (más precisamente, en su revestimiento) a causa de esta bacteria. Se trata de una de las clases de intoxicación alimentaria más comunes, y basta con ingerir un alimento que contenga la salmonella para adquirirla. Como dato estadístico, gran parte de los individuos que contraen esta afección tienen menos de 20 años. Además del consumo de los alimentos antes mencionados en condiciones poco adecuadas, esta infección puede contraerse si:
* convivimos con alguien que haya padecido alguna infección causada por la misma bacteria recientemente;
* hemos visitado alguna institución de convalecencia, tal como un asilo de ancianos o un hospital, o, más aún, si hemos trabajado allí;
* vivimos con animales tales como serpientes, tortugas o iguanas, ya que los anfibios y los reptiles poseen la salmonella en su organismo, como se menciona anteriormente;
* sufrimos algún tipo de trastorno que debilite nuestro sistema inmunitario;
* hemos consumido con regularidad algún fármaco usado para bloquear la producción de ácido en el estómago;
* tenemos colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn;
* hemos ingerido algún antibiótico recientemente.