Definición de salinas
El vocablo latino salīnae llegó a nuestra lengua como salina. Las salinas son las minas de sal o las instalaciones donde, tras la evaporación del agua salada, se obtiene y procesa la sal que luego se comercializa.
Por ejemplo: “La mayor parte de la población vive de los recursos que genera la salina”, “El gobierno anunció beneficios impositivos para todas las salinas del país”, “Me recomendaron que, al visitar las salinas, lleve gafas de sol ya que el reflejo de la luz puede dañar los ojos”.
Es posible distinguir entre diferentes tipos de salinas. Las salinas de interior son aquellas situadas sobre depósitos subterráneos de sal. En estas salinas, se busca guiar el agua hacia las parcelas conocidas como eras, que pueden disponerse sobre una llanura o en terrazas escalonadas.
Las salinas costeras, en cambio, apelan al agua del mar para la obtención de sal. En este caso, lo habitual es que se levanten pequeños muros y canales para que, cuando sube la marea, las eras se inunden y luego pueda aprovecharse el agua salada.
La explotación de las salinas proviene de la antigüedad, ya que para la conservación de los alimentos solía utilizarse el método conocido como salazón (que deshidrata los alimentos y dificulta la irrupción de microorganismos). En la época de los romanos, la sal incluso se empleaba como medio de pago; de este uso surgió el concepto de salario. Con el desarrollo de nuevos sistemas para conservar los alimentos en el siglo XX, las salinas comenzaron a perder importancia.
La palabra salinas también puede usarse como apellido. Pedro Salinas Serrano fue un escritor oriundo de España, que vivió entre los años 1891 y 1951, autor de un importante legado ensayístico y poético. Tal fue la talla de este poeta que se lo ubica entre los principales de la Generación del 27. Entre sus trabajos más destacados se encuentra la traducción de obras de Marcel Proust, un crítico, ensayista y novelista francés famoso especialmente por su obra «En busca del tiempo perdido«. Salinas se exilió en Norte América una vez que había acabado la guerra civil, y allí pasó sus últimos años.
Julio Salinas Fernández, por su parte, es un ex jugador de fútbol profesional. Nacido en Bilbao en el año 1962, dio sus primeros pasos en el equipo Athletic Club, junto con el cual llegó a la Primera División apenas habiendo cumplido los 20 años de edad, y en donde se mantuvo a lo largo de diecisiete temporadas, para seis equipos diferentes. Sus más grandes éxitos los obtuvo en el Athletic y en el F. C. Barcelona. Se especializó en la posición de delantero centro y en la Liga acumuló 153 goles —tan sólo en su primera temporada con F. C. Barcelona marcó 20—.
Añana es el nombre de un municipio de España que se encuentra en la provincia de Álava, en el País Vasco. Lo componen dos pueblos: Atiega y Salinas de Añana. Este último es su capital y allí habita el mayor número de personas. Son conocidos sus manantiales de agua salada, los cuales componen el río Muera, ya que los cursos debajo de la tierra pasan por sedimentos de sal antes de subir al exterior; la explotación de estos manantiales data de finales del primer milenio. Una de sus salinas, la de Valle salado, se encuentra entre las más importantes de toda la península, junto con la de Poza de la Sal (un municipio ubicado en la provincia de Burgos).
El mercadeo de la sal fue uno de los factores fundamentales para el florecimiento de las Salinas de Añana durante el Medioevo, lo que dio lugar a la fundación de su población en 1126, para convertirse en la primera villa de Álava catorce años más tarde. Lejos de su esplendor, en la actualidad se encuentran abandonadas, y sus construcciones de madera atraviesan un peligroso desgaste; sin embargo, tras haber sido declaradas Monumento histórico, el gobierno comenzó diversos trabajos de restauración.