Definición de sales haloideas
Las sales, en el contexto de la química, son compuestos que se producen cuando, en un cierto ácido, sus átomos de hidrógeno son reemplazados por radicales básicos. De acuerdo a sus características, es posible hablar de diferentes tipos de sales, como las sales ácidas y las sales binarias.
En el caso de las sales haloideas, se trata de un compuesto formado a través de la reacción de un hidróxido con un hidrácido. Esta reacción que se produce, calificada como de neutralización, implica la aparición de agua con la sal, sustituyéndose el hidrógeno del hidrácido por un metal.
Las sales haloideas se forman con la reacción de un hidróxido y un hidrácido.
Características de las sales haloideas
Además de todo lo expuesto sobre las sales haloideas, merece la pena conocer otros datos de interés acerca de las mismas, tales como estas:
-Por regla general, son inodoras. No obstante, hay algunas excepciones, como sería el caso de las sales amoniacales.
-Resultan ser sólidos cristales de color blanco e incoloro o bien de colores llamativos.
-Su sabor es estable.
-Cuentan con la particularidad de que cuando se disuelven en lo que es el agua pasan a ser muy buenas conductoras de la electricidad.
La formulación de las salas haloideas requiere escribir, en primer lugar, el símbolo del metal, seguido por el símbolo del no metal. Además deben intercambiarse los números de oxidación.
La sal de mesa (cloruro de sodio) es una sal haloidea.
El cloruro de sodio y otros ejemplos
Un ejemplo de sal haloidea es el cloruro de sodio, que es ni más ni menos que la popular sal de mesa. La formación de la sal de mesa se produce a partir de la reacción entre el hidróxido de sodio y el ácido clorhídrico. Esta reacción da como resultado cloruro de sodio más H2O (agua).
Aunque la citada sal común es quizás la sal haloidea más conocida o reconocible por todos, también hay otras que resultan igualmente importantes, como serían estas:
-El carbonato de sodio se utiliza en muy diversos ámbitos y con distintas funciones. Así, no sólo se incluye dentro de lo que es llamada sosa cáustica sino que también se emplea tanto dentro de las industrias de fabricación de papel como en lo que es la elaboración de jabones.
-El clorato de potasio, por su parte, es habitualmente un elemento muy importante en el sector de la creación de pirotecnia, en la confección de fósforos y también en lo que es la puesta en marcha de un sinfín de explosivos. Pero no sólo eso. Además, parece ser que, en algunos casos, también se emplea en lo que es la confección de pastas de dientes.
-El cloruro de potasio también es significativo como sal haloidea y, en concreto, cobra protagonismo dentro de la creación de lo que son fertilizantes.
Nomenclatura de las sales haloideas
Como ocurre con todas las sales, existen diversas formas de nombrar a las sales haloideas. La nomenclatura tradicional añade el sufijo –uro al no metal, y luego menciona el metal con las terminaciones ico u oso en los casos necesarios. Por ejemplo: bromuro mercúrico.
La nomenclatura de stock contempla que el no metal se mencione con el sufijo –uro y que el metal esté seguido por su número de oxidación, escrito entre paréntesis: cloruro de magnesio (I).
Finalmente, la nomenclatura sistemática emplea prefijos para señalar la cantidad de átomos que se tienen: tricloruro de hierro.