Definición de rollo
Rollo es un concepto con una decena de acepciones según el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Puede tratarse de un objeto que, por su forma de cilindro, puede rodar. También se trata de aquello que se encuentra enrollado alrededor de un cilindro y que, a partir de las vueltas de éste, se puede desplegar.
Por ejemplo: “Por favor, fíjate si hay un rollo de papel higiénico en el armario del baño”, “Necesitamos un nuevo rollo para la máquina registradora”, “En esa caja tengo varios rollos de tela”.
La película fotográfica que utilizaban las antiguas cámaras de fotos se conoce como rollo. Estas cámaras necesitaban de un rollo para capturar las imágenes: el mismo se revelaba y las fotos quedaban impresas en papel. Con el desarrollo de las cámaras digitales (que almacenan las imágenes en una memoria interna), las cámaras de rollo quedaron en desuso.
Los rollos también son aquellos manuscritos que se plegaban sobre sí mismos. Los pergaminos y los papiros de la antigüedad reciben el nombre de rollos: para leer lo escrito, es necesario extender la hoja.
Para que la manipulación de los rollos fuera menos complicada y también para almacenarlos y preservarlos con mayor eficacia, al pie de la última hoja se les adhería un cilindro de hueso, marfil o madera, y se envolvía todo el papel a su alrededor. Lo normal es que el número de hojas de un rollo no superara las 20 y que la escritura se llevara a cabo de una sola cara, aunque también existen ejemplos con texto a ambos lados. La primera hoja de un rollo manuscrito recibía el nombre Protókollos, en lengua griega.
Se calcula que el número de rollos existentes en la Biblioteca de Alejandría pudo alcanzar los 700 mil, y muchos de ellos se hallaron a través de excavaciones en las ruinas de Herculano, entre otros sitios. Como dato de referencia, tan sólo un canto de la «Odisea» o de la «Ilíada» llegaba a ocupar un rollo entero de papiro.
Por lo general, la distribución del texto de una obra requería más de un rollo, todos de una extensión similar, prestando atención a la división en capítulos. Las más breves, por otro lado, no necesitaban más de uno. Con respecto a la medida de los rollos, se tendía a elaborarlos de entre 6 y 7 metros, y su diámetro una vez que se plegaban por completo rondaba los 5 centímetros; esto los volvía muy fáciles de transportar y de usar.
Como sabemos, los rollos no persistieron a lo largo de la historia; su ocaso comenzó a tener lugar en el siglo III d. C., cuando aparecieron los códices, cuya encuadernación era muy similar a la de los libros actuales. El códice es un formato de libro y, técnicamente, ambos términos podrían ser usados como sinónimos; sin embargo, el primero se prefiere para hablar de libros manuscritos de la era anterior a la invención de la imprenta, o sea, hasta el final de la Edad Media.
El códice y el rollo coexistieron durante algún tiempo, hasta que las ventajas del primero pesaron demasiado y causaron la desaparición del segundo: poder abrirlo en cualquier parte, organizar su contenido con números de página e índices y señalizar ciertas secciones con la técnica de encalado, entre otras.
En el lenguaje coloquial, se denomina rollo a un tema al cual se hace referencia. Lo habitual es que se llame rollo al asunto engorroso o tedioso: “Ya me tienes cansado con tu rollo del trabajo”, “Todavía no definí el rollo de mi disertación”, “Todo el rollo de la pelea familiar es asunto terminado para mí”.
Rollo, por último, puede ser la impresión o el parecer sobre algo: “Tu decisión de emigrar me genera mal rollo”.