Definición de reproductividad

La noción de reproductividad no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). El concepto, sin embargo, es empleado con frecuencia en el contexto de la sexualidad.

Podemos decir que se trata de un término que deriva del latín. En concreto, su origen etimológico latino es el verbo “reproducer”, que es fruto de la suma de dos partes claramente diferenciadas de dicha lengua: el prefijo “re-”, que se usa para indicar repetición, y el verbo “producere”. Este, a su vez, se divide en dos: el prefijo “pro-”, que significa “hacia adelante”, y el verbo “ducere”, que puede traducirse como “dirigir”.

Se conoce como reproductividad a la capacidad de un individuo de engendrar hijos y de comprometerse con su crianza. Esto quiere que el término trasciende la capacidad reproductiva en sentido biológico, incluyendo también las conductas, las actitudes y los sentimientos que se vinculan a la paternidad y la maternidad.

Muchas son las cosas que se comentan, estudian y analizan en cuanto a la reproductividad. A lo largo del tiempo se han realizado un sinfín de informaciones al respecto y se han resaltado algunas, entre las cuales se encuentran las siguientes:
-Se considera que la reproductividad viene a ser un reflejo de la actitud o proyección narcisista del ser humano. ¿Por qué? Porque el que se convierte en padre o madre se siente orgulloso de que su hijo se le parezca, porque se llena de satisfacción al ver que logra o alcance los objetivos a los que él ha llegado, porque está encantado con que siga sus pasos…
-De la misma manera, se cree que también, al mismo tiempo, la reproductividad viene a ser una demostración de la generosidad del adulto en cuestión. Y es que este podrá sacar a flote su lado menos egoísta en el momento en el que lo primero para él pasa a ser su hijo, se desvive porque tenga todo lo que necesita, piensa primero en cubrir las necesidades de su vástago y luego las suyas…

La reproductividad implica, en una primera etapa, la posibilidad de mantener una relación sexual que derive en la fecundación, el embarazo y el alumbramiento. Una vez completado este ciclo, nace un nuevo ser humano y comienzan a desarrollarse otras etapas de la reproductividad.

A partir del nacimiento de un bebé, se ponen en marcha diversos procesos psicológicos y sociales. Los padres suelen repetir o mantener ciertos patrones que aprendieron de sus propios padres o de otras personas: un modo de alimentar a los niños, pautas para la educación, etc. Por lo general los progenitores planifican la crianza de sus hijos y toman decisiones a conciencia, buscando lo mejor para el desarrollo de los niños.

El ejercicio de la reproductividad implica enseñar diferentes cosas a los hijos para que estos puedan integrarse a la sociedad. Los padres además suelen querer que los hijos se les parezcan y que adopten sus valores.

La reproductividad, por otra parte, se considera como una capacidad vinculada a la generosidad: los padres entregan su tiempo y comparten aquello que tienen, tanto material como simbólico, con sus hijos.

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