Definición de remache

Se conoce como remache al proceso y el resultado de remachar (golpear la cabeza de un clavo para afirmarlo o, en sentido simbólico, resaltar lo expresado). Un remache también es un tipo de clavija o clavo que se emplea para fijar algo.

Los remaches o roblones, por lo tanto, son instrumentos de fijación que posibilitan la unión de dos o más elementos. Su estructura está formada por un vástago y una cabeza, de diámetro más grande que el resto del remache. Para utilizarlo, se introduce el vástago en aquello que se quiere fijar; la cabeza, por su tamaño, permitirá lograr la unión.

Un remache permite vincular elementos fabricados con distintos materiales de manera sencilla y económica. La unión que se forja a través de remaches es permanente: no se puede desmontar. Distinto es el caso de los tornillos que, por otra parte, suelen ofrecer una mayor resistencia.

Aunque se trata de un mecanismo de sujeción bastante seguro, los remaches pueden fallar cuando se aplastan o cuando se quiebran. En esos casos, se romperá el vínculo entre los elementos fijados ya que el remache no puede cumplir con su función.

Las ventajas de recurrir al remache como sistema de unión son que, además de ser una propuesta económica como ya hemos mencionado, permite unir piezas de distintos materiales, que se puede llevar a cabo cuando sólo está visible una de las caras de aquellas o que se puede acometer con dos o más piezas. Todo eso sin pasar por alto tampoco que se puede realizar de muy diversas maneras y empleando una gran variedad de materiales distintos, según las necesidades de cada momento.

En concreto, podemos establecer que entre los diferentes tipos de remaches están los de compresión y los ciegos. Estos últimos, a su vez, se dividen en roscados, expandidos, con mandril de estiramiento, con pasador guiado…

Todo eso sin olvidar tampoco remaches específicos tales como abiertos con rotura de vástago, los tipo trébol, los ranurados, los de alta resistencia, los expansibles en T, los de alta retención…

No hay que pasar por alto que los remaches también tienen sus detractores. Estos rechazan el uso de este mecanismo de unión por las siguientes razones:
-La unión que se consigue no se puede desmontar, lo que dificulta e impide incluso lo que es su correcto mantenimiento y limpieza.
-No resulta una buena alternativa a la hora de trabajar con lo que son piezas que tienen un espesor más que notable.
-Tal y como hemos mencionado anteriormente, también se establece que la resistencia es menor que si la misma unión se llevara a cabo con otros procedimientos o sistemas alternativos.

En el lenguaje coloquial, el término remachar se utiliza con referencia a subrayar o recalcar algo: “El abuelo volvió a remachar sus consignas contra el concubinato y las relaciones que no se formalizan”, “El escritor finalizó el discurso con su ya tradicional remache de la importancia de la educación”, “Deja de remachar con lo mismo: estoy harta de escucharte decir esas cosas una y otra vez”.

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