Definición de relicto
Relicto es un término que procede del vocablo latino relictus, que a su vez deriva del verbo relinquere. La Real Academia Española (RAE) reconoce su uso en el ámbito del derecho, aunque no aporta una definición del término.
Lo que menciona la RAE es el concepto de bienes relictos o caudal relicto. Estas ideas están asociadas a aquello que deja una persona cuando muere. Este patrimonio relicto está compuesto por los bienes, las obligaciones y los derechos que resultan de la muerte de un individuo.
El caudal relicto puede dividirse en el caudal íntegro (incluye tanto los activos como los pasivos de la persona fallecida) y el caudal líquido (el patrimonio resultante tras deducir las deudas). Este patrimonio puede ser el centro de una herencia o un legado.
La noción de relicto también se utiliza en el contexto de la biología. Se califica como relicto a los seres vivos cuya distribución es acotada o que lograron sobrevivir a algún fenómeno natural o a la acción humana.
Se habla de especies relictas, por lo tanto, cuando el número de ejemplares se encuentra en retroceso y limitado a un espacio geográfico pequeño. Esto puede producirse por la irrupción en su ámbito de un nuevo predador, por un cambio en el clima o por la actividad del ser humano, entre otros motivos.
Las especies relictas se distinguen por su escasa presencia en el planeta, a diferencia de otras, que abundan, o de las que simplemente gozan del espacio que les corresponde naturalmente. Además de las causas antes mencionadas, una especie puede llegar a este punto si la competencia (un tipo de relación interespecífica) las perjudica, algo que puede darse de diferentes maneras y a varios niveles.
Para que el número de individuos de una especie disminuya no es siempre necesario que otra la utilice como base de su alimentación, sino que ciertos cambios en el medio ambiente generados por los competidores pueden dejarla sin los nutrientes necesarios para su subsistencia, o privarlas de los medios que antes usaban para refugiarse de sus depredadores naturales. Esto se da especialmente en poblaciones pequeñas o muy fragmentadas.
En este sentido, se denomina bosque relicto a aquel que resulta un remanente de otro mucho más amplio que ha perdido gran parte de su superficie. Para ser calificado como relicto se traza una comparación con algún momento del pasado, que permite determinar que el bosque en cuestión ha retrocedido.
Uno de los ejemplos más destacados de estos vestigios de flora es el bosque Fray Jorge, ubicado en la provincia chilena de Coquimbo, más precisamente en los Altos de Talinay, un cordón de cerros. Se trata de un espacio caracterizado por la vegetación semidesértica (como ser los matorrales esclerófilo y xerófilo) y un clima mediterráneo. Al sur limita con el río Limarí, mientras que al occidente se encuentra el Océano Pacífico.
El rasgo de este bosque relicto que más admiración provoca a sus visitantes es que se trata de un auténtico espectáculo verde en una zona más bien desértica, lo cual los conduce a preguntarse cómo es posible que subsistan y cómo llegaron allí en primer lugar. Algunos expertos sugieren que el origen de la flora del bosque de Fray Jorge es mixto, que se encuentra en ancestros diversificados, australes y boreales del centro y sur del país.
Palmar de Ocoa es otro conocido bosque relicto de Chile, y se halla al sureste de Quillota. Algunas de las palmas chilenas (jubea chilensis) que en él habitan tienen tres siglos de edad y crecen muy cerca unos de otros. A lo largo de más de cien años, sus diversos propietarios se han encargado de preservarlo, y por esto se considera un santuario de conservación.