Definición de relación de dependencia

Una relación es una correspondencia o un vínculo entre dos o más elementos. Dependencia, por su parte, es lo que ocurre cuando algo está subordinado a otra cosa (y, por lo tanto, depende de ella).

Una relación de dependencia, por lo tanto, es un vínculo en el cual uno de los elementos depende del otro. El concepto puede emplearse en diferentes contextos, siempre respetando esta idea.

A nivel emocional y sentimental también podemos decir que existen las relaciones de dependencia. En concreto, en las mismas se dan las siguientes situaciones que permiten identificarlas de manera clara y contundente:
-Una de las dos partes o incluso las dos llegan a sentir que “están enganchados” a su pareja.
-Se establece que cuando alguien tiene una relación de ese tipo manifiesta una clara bajo autoestima y la imagen que tiene de sí misma, su felicidad, su estado anímico o su valía los basa en las opiniones que su pareja tiene de ella o le manifiesta puntualmente.
-La persona pasa la mayor parte del tiempo intentando hacer no lo que le guste o le hace feliz sino lo que considera que va a ser del agrado de su chico o chica.
-Otra de las señas de identidad de las personas que están metidas de lleno en una relación de dependencia es que llegan a creer que no son capaces de vivir, de hacer o de ser en la vida si no están con su pareja.

A grandes rasgos estas son las principales características que definen a las personas que se ven metidas de lleno en una relación de dependencia que lo que provoca es que aquellas presenten estas otras cualidades:
-Ven como les florecen emociones que son absolutamente negativas, tales como la desconfianza, el miedo y la baja autoestima.
-Llegan a sentirse asfixia cuando sus parejas no pueden estar a su lado o cuando les piden que les den un poco de espacio para hacer cosas de manera independiente.

En el mundo laboral, la relación de dependencia se establece cuando un trabajador realiza una actividad cuyos beneficios quedan en poder de un empleador o contratante. Éste, a cambio del producto de su trabajo, le entrega un salario u otro tipo de pago al trabajador.

En este tipo de relaciones de dependencia, la subsistencia de la persona depende de la remuneración que le otorga otra persona o una entidad. Para brindarle mayor seguridad al trabajador e impedir que el contratante abuse de su posición de poder, existen leyes que brindan protección a la persona que vende su trabajo: un salario mínimo, indemnización en caso de despido, etc.

En el caso del trabajador autónomo, cuentapropista o freelance, la situación es diferente ya que la persona no está subordinada a otra, sino que tiene libertad para elegir a quién le vende el fruto de su trabajo y bajo qué condiciones. No existe, de este modo, una relación de dependencia entre el trabajador autónomo y su cliente (quien le compra su trabajo).

Se dice que un país mantiene una relación de dependencia con otro cuando sus ingresos o su riqueza dependen de éste. Si una nación X exporta el 85% de su producción a una nación Z, podrá decirse que mantiene una relación de dependencia con este segundo país.

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