Definición de reiteración
El vocablo latino reiteratio dio lugar al término reiteración, que está asociado al verbo reiterar. Esta acción, por su parte, refiere a repetir algo. Una reiteración, por lo tanto, consiste en realizar o expresar una cosa que ya se había hecho o manifestado con anterioridad.
Por ejemplo: “Recuerden que la reiteración de este partido tendrá lugar mañana a las 22 horas, por este mismo canal”, “No entiendo qué pretende este chico: pensé que no me había escuchado pero, después de la reiteración de mi pedido, sigue actuando de la misma manera”, “Pregúntale a Gruzzy si recibió la reiteración de mi correo electrónico: me dijo que el primero que envié nunca le llegó”.
Las reiteraciones pueden justificarse de múltiples formas. Una persona puede reiterar una y otra vez una acción o conducta ya que le genera bienestar o placer: almorzar siempre una misma comida, ir siempre de vacaciones a un mismo lugar, etc. Por supuesto, en estos ejemplos, las reiteraciones no serán siempre exactas (no se puede comer la misma comida dos veces, ni tampoco dos experiencias de viaje serán idénticas).
Otros tipos de reiteraciones, en cambio, sí son exactamente iguales. La película que se proyecta en una sala de cine a las 16 horas y se reitera a las 21 horas, es la misma.
En el ámbito del derecho, la reiteración es un factor que puede considerarse como agravante a la hora de un juicio. Si un hombre que fue condenado por hurto, queda en libertad y después es detenido nuevamente por una estafa, la reiteración de la conducta ilícita puede tomarse como agravante. Si los delitos fuesen los mismos, se hablaría de reincidencia en lugar de reiteración.
Para la retórica, la disciplina que estudia y sistematiza técnicas y procedimientos de uso del lenguaje con un fin estético o persuasivo y que añade algo al objetivo mismo de la comunicación, existe una figura denominada anáfora o reiteración, que consiste en repetir una o más palabras al comienzo de un enunciado o de un verso. Esto se puede apreciar en los siguientes ejemplos:
* «¡Oh noche que guiaste! ¡oh noche amable más que el alborada! ¡oh noche que juntaste!», de San Juan de la Cruz;
* «Salid fuera sin duelo, salid sin duelo, lágrimas corriendo», extraído de «Égloga I» de Garcilaso de la Vega;
* «No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada», perteneciente a «Elegía» de Miguel Hernández.
La reiteración como figura retórica también puede entenderse como la mera repetición de un término cuando éste se encuentra el comienzo de una frase, pero también como una referencia o mención implícita de un sujeto a través de pronombres demostrativos, como se puede observar en la siguiente oración: «Carlos y Pedro fueron a hacer las compras; si bien empezaron y terminaron al mismo tiempo, éste gastó casi el triple que aquél».
Por otro lado, la reiteración se puede considerar como una deixis que llevan a cabo algunos términos cuando asumen una parte del discurso que ya ha sido emitida; esto sucede en la siguiente oración: «Me juró que ya había superado su problema con el alcohol, pero lo dudo muchísimo». En prosa, la anáfora puede ser la repetición de ciertos grupos sintácticos o de diferentes frases. Cuando se usa en la oratoria, sirve para dar una fuerza rítmica y sonora muy particular a un mensaje.
Cabe mencionar que no debe confundirse la reiteración como figura retórica con la repetición innecesaria de un término, ya sea en el habla o en la escritura; por ejemplo: no resulta muy agradable el texto «Vi esta película y vi esa película», ya que la misma idea podría expresarse diciendo «He visto estas dos películas».