Definición de regalo
Un regalo es algo que se entrega sin pedir nada a cambio. Por lo general, se trata de algún objeto que una persona le da a otra con la intención de felicitarla, agasajarla u homenajearla. Por ejemplo: “Mi madre me compró una campera como regalo de cumpleaños”, “¿Te gustó el regalo que te hizo la tía Pamela?”, “Tenemos que ir a la tienda de electrodomésticos a elegir el regalo de casamiento para Luis y María”.
Los regalos (también conocidos como presentes u obsequios), pese a ser materiales, intentan transmitir un mensaje de amor o respeto. Cuando un amigo compra un regalo para otro y se lo entrega el día de su cumpleaños, su objetivo es conseguir que se sienta querido y reconocido. En ocasiones, de todas formas, los regalos se conceden por costumbre u obligación social, sin que haya un sentimiento detrás que los sustente.
Hacer un buen regalo suele ser difícil para la mayoría de las personas, incluso para aquéllas que conocen muy bien a quienes desean homenajear. Existen muchas fuentes de consejos para dar con el regalo perfecto, pero nada supera la cercanía, el conocimiento legítimo del otro y de sus gustos, de sus necesidades, de sus preferencias, algo que debería existir en primer lugar antes de llegar al punto de decidir comprarle un obsequio.
Cabe mencionar que el regalo es un símbolo del cual se aprovecha el mercado para potenciar la presencia del machismo en la sociedad: por ejemplo, existen juguetes para niños (como balones de fútbol) y para niñas (como ser muñecas), y está mal visto no hacer caso de dicha distinción.
En el comercio, un regalo es aquello que el vendedor o quien ofrece un servicio otorga a un comprador o cliente sin pedir dinero, al menos de manera directa. Esto quiere decir que el regalo rompe con la lógica del intercambio de un producto o servicio por dinero. Es habitual que los regalos se concedan en el marco de una promoción u oferta y que, de una forma u otra, genere una ganancia para el vendedor. Un caso frecuente es que una tienda ofrezca dos productos al precio de uno: el comprador, de esta manera, compra un producto y se lleva otro de regalo.
A mayor oferta de productos o servicios similares, la promesa de un regalo como compensación por escoger una compañía por sobre las demás se vuelve más frecuente y, por qué no, necesaria para el éxito. En la actualidad, dado que ciertos productos cuentan con versiones digitales, estos obsequios representan un gasto menor que hace un par de décadas. Esta práctica es muy común en el ámbito de los videojuegos, de la música y del cine, tres tipos de contenido que pueden consumirse desde cualquier dispositivo electrónico a través de Internet.
A nivel simbólico, un regalo es una situación positiva que vive un individuo de manera casual, a través de la acción de otra persona o incluso mediante lo que puede definirse como destino o providencia: “Haber compartido estos días con mis padres fue un regalo de Dios”, “La vida me hizo el mejor regalo que podía esperar: una nueva oportunidad”.
En este contexto, el regalo puede concebirse como algo que uno se merece y que, por ejemplo, llevaba tiempo esperando que le ocurriera, o bien como una oportunidad muy valiosa y poco común que sólo las personas muy afortunadas reciben. Para citar un ejemplo de cada situación, digamos que la primera podría ser un puesto de trabajo después de meses de penurias y la segunda, un hecho fortuito que impida que alguien muera en un terrible accidente en el cual el resto de las personas involucradas sí han perdido la vida, como ser la caída de un avión o el derrumbe de un edificio.