Definición de recursos no renovables
Los bienes y servicios que brinda la naturaleza de forma directa (es decir, sin que sea necesaria la intervención humana) se conocen como recursos naturales. Este conjunto puede dividirse entre los recursos renovables (que pueden regenerarse siempre que la explotación no sea excesiva) y los recursos no renovables o recursos agotables.
Los recursos no renovables son aquellos cuyas reservas, inevitablemente, se acabarán en algún momento ya que no resulta posible producirlos, cultivarlos o regenerarlos para sostener su tasa de consumo. Esto quiere decir que el consumo de los recursos no renovables es superior a la capacidad de la naturaleza para recrearlos.
Un ejemplo de recurso no renovable es el petróleo. Una vez que las reservas petrolíferas se hayan agotado, no habrá forma de volver a obtener este líquido natural oleaginoso. Los especialistas afirman que, de mantenerse el actual ritmo de extracción y sin que se hallen nuevos yacimientos, las reservas mundiales de petróleo se agotarán en menos de medio siglo.
En concreto, podemos establecer que existen dos tipos claramente definidos de recursos no renovables. Así, por un lado, estarían los combustibles fósiles que son aquellos recursos naturales que son fruto de las modificaciones que durante siglos ha ido sufriendo la biomasa y que cuentan con un gran potencial energético.
De esta manera, podemos determinar que tres elementos de ese tipo son el petróleo, el gas natural y el carbón. Sus ventajas son que son baratos y fáciles de extraer mientras que entre los elementos que están en su contra se encuentra el hecho de que contaminan, que se pueden agotar y que emiten gases tóxicos.
Por otro lado, el segundo gran tipo de recursos no renovables es el formado por lo que se conoce como energía nuclear. La misma no es muy bien vista debido al hecho de que tiene un alto coste, de que es altamente contaminante y peligrosa, y de que puede ser utilizada con objetivos no precisamente pacíficos.
Respecto a ese último punto podemos subrayar el hecho de que permite la creación de las conocidas como armas nucleares tales como las bombas atómicas. Estas son armas de destrucción masiva y ya en nuestra historia más reciente fueron utilizadas: en concreto, Estados Unidos lanzó una en 1945 contra las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
Un ataque nuclear aquel contra esas urbes japonesas que ha sido el único de ese tipo llevado a cabo y que supuso que más de 200.000 personas murieran. Todo ello sin olvidar que además otras fallecieron como consecuencia de cánceres y leucemias provocados por esa arma nuclear.
Los minerales también forman parte de los recursos no renovables. La minería se encarga de la extracción de los minerales y de otros materiales de la corteza terrestre; la explotación minera consiste en dinamitar montañas y otras actividades semejantes que literalmente arrasan con el terreno. Cuando ya no quedan minerales en las canteras, éstas son abandonadas.
La protección y el reemplazo de los recursos no renovables son algunas de las tareas principales para los grupos ecologistas. La energía solar y la energía eólica, por ejemplo, son alternativas al uso de petróleo e hidrocarburos.