Definición de recursos naturales
Se conoce como recurso natural a cada bien y servicio que surge de la naturaleza de manera directa, es decir, sin necesidad de que intervenga el hombre. Estos recursos resultan de vital importancia para el desarrollo del ser humano, ya que brindan la posibilidad de obtener alimentos, producir energía y de subsistir a nivel general.
Para la economía, que es la ciencia y el arte que se especializa en el manejo adecuado de dichos recursos, éstos siempre resultan insuficientes ante las necesidades infinitas de la humanidad.
En el caso de los recursos de origen natural, se habla de dos clases: los recursos agotables, que inevitablemente se acabarán en algún momento ya que no pueden volver a producirse (como el petróleo o las explotaciones mineras), y los recursos renovables (que pueden regenerarse, siempre que la explotación no sea excesiva, como los bosques).
Estos conceptos nos permiten comprender por qué los recursos naturales deben ser utilizados a conciencia y con moderación. La pesca, por ejemplo, puede extinguir un recurso natural. Si se pescan todos los peces de una determinada especie, será imposible conseguir que nazcan nuevos ejemplares.
En el caso de los recursos que no se pueden renovar, se habla de reservas. Una vez que éstas se consumen, no hay forma de obtener nuevamente dichos recursos ya que no existe modo de fabricarlos, cultivarlos ni de regenerarlos.
El valor económico del conjunto que nuclea los recursos no renovables suele estar vinculado a la escasez de dicho recurso y a la demanda. Cuando quedan pocas reservas de uno determinado, su precio se incrementa.
Desarrollo sostenible y recursos naturales
El desarrollo sostenible es una forma de vida en la que se contempla en primer lugar la repercusión de las acciones sobre el medio natural. Consiste en buscar apreciar los bienes de la naturaleza y utilizarlos con responsabilidad, teniendo en cuenta que cualquier exceso puede traer consecuencias nefastas para ella, ya sea en un futuro inmediato o dentro de cientos de años.
Se trata de entender que el ser humano no es el rey del universo, sino alguien más que en él habita y que, al igual que lo hacen los animales y las demás especies, debe ser respetuoso y pensar en las consecuencias de su interacción con el medio.
En la actualidad la mayor parte de la energía consumida en el planeta proviene de recursos agotables, tales como el petróleo. Además de estar hablando de elementos que tarde o temprano escasearán, debe tenerse en cuenta que la extracción de energía a partir de ellos genera un impacto ambiental que es altamente peligroso para el futuro. Por eso, apostar por otras fuentes, como pueden ser el sol o el viento, es una buena alternativa; si en el mundo se implementaran los modos de extraer la energía que sustenta a grandes ciudades a partir de estos últimos recursos, posiblemente podría disminuirse considerablemente la contaminación ambiental.
En algunos países existen pueblos enteros donde el desarrollo sostenible es llevado a cabo, donde las casas se nutren de energía solar, la clasificación de la basura y el reciclaje en cada hogar se cumple a raja tabla y donde el gobierno pone a disposición de la gente las herramientas necesarias para crear consciencia y luchar por una relación de respeto con el medio ambiente.
En la Isla Canaria «El Hierro», por ejemplo, se prevé que en un futuro no muy lejano toda la región se abastezca con energía extraída del sol, el viento y las mareas. Se trataría de un espacio de 10.000 habitantes, donde incluso el sistema de energía renovable que se está construyendo podría abastecer las desalinadoras (para obtener la energía del mar) y los depósitos de agua potable. Un proyecto que puede parecer idealista, pero que cada vez es más real.