Definición de recidiva

La etimología de recidiva nos lleva a recidiva, un vocablo latino que hace referencia a algo que reaparece o reverdece. El término se usa para nombrar al resurgimiento de un trastorno de la salud cuando ya se había superado.

La recidiva, por lo tanto, es similar a la recaída de una enfermedad. Esto ocurre cuando una persona se está recuperando y la mejoría se interrumpe, retornando los síntomas originales de la dolencia. En el caso concreto de la recidiva, la reaparición de la enfermedad tiene lugar cuando la convalecencia ya había quedado atrás.

Cabe mencionar que si bien presenta ciertas similitudes con el concepto de recaída, también tiene claras diferencias. La recaída implica que la enfermedad cobre más fuerza en pleno tratamiento o padecimiento; en algunos casos se trata de problemas psicológicos (como ser trastorno límite de la personalidad o depresión), afecciones físicas (como los tumores de cáncer) o también adicciones a ciertas sustancias (en este grupo entra la drogadicción y el alcoholismo, por ejemplo).

La recaída tiene lugar antes de que haya concluido la convalecencia, por lo cual implica un obstáculo en el proceso de recuperación de una enfermedad, en lugar del regreso o la reaparición de la misma. A pesar de dichas diferencias, es común que en el habla cotidiana se confundan ambos términos.

La noción de recidiva se usa con frecuencia en los pacientes con cáncer. En este caso, recidiva implica una nueva aparición de un tumor maligno tras un periodo extenso sin que se manifestase la enfermedad.

La recidiva vinculada al cáncer puede definirse de distintas maneras. Cuando el tumor resurge en una zona diferente al tumor original, se habla de una recidiva a distancia o de una metástasis. En cambio, cuando el nuevo tumor se halla en el mismo órgano que el anterior, es una recidiva locorregional.

Es importante tener en cuenta que este tipo de recidivas suele generar un gran impacto psicológico en el paciente. El tratamiento no sólo debe apuntar a lo orgánico, sino que debe contemplar el estado anímico de la persona.

En el ámbito laboral, la manera en la que se tratan las recidivas está estipulada en la legislación para la definición de las licencias. Cuando se trata de la recidiva de una enfermedad crónica, el vínculo laboral debe contemplar esta particularidad para proteger los derechos y evitar los abusos tanto del trabajador como del empleador.

La recidiva de un tumor de cáncer acarrea diferentes tipos de tratamientos de los que se utilizan para las demás etapas de la enfermedad, y el mismo se determina tomando en cuenta los siguientes factores: el lugar en el que aparece (según se trate de una recidiva locorregional o a distancia, como se explica en un párrafo anterior); la extensión que presente; el tiempo que tarde en evolucionar; el tratamiento que el paciente haya recibido con anterioridad.

A todos los puntos recién expuestos debe sumarse uno de los aspectos más importantes, sino el más importante de todos: la decisión que tome el propio paciente o quienes se encuentren a su cargo, ya sea por cuestiones de edad, minusvalía o por el estado de salud en el que la recidiva lo haya dejado.

Del mismo modo que ocurre en el resto de las etapas de una enfermedad, gracias a la creciente experiencia de los profesionales de la salud y de los avances tecnológicos, cada vez es más posible anticiparse a la aparición de las recidivas y diagnosticarlas de forma rápida y precisa, para aumentar la eficacia de los tratamientos. Uno de los aspectos principales es la contención del paciente, ya que la reaparición de una enfermedad grave representa un golpe muy duro.

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