Definición de rebosar
El origen etimológico del término rebosar nos lleva a la lengua latina: reversāre. Este verbo podemos decir que puede traducirse como “volver” o “dar la vuelta” y se encuentra conformado por dos partes diferenciadas:
-El prefijo “re-”, que es equivalente a “hacia atrás”.
-El supino del verbo “vertere”, que puede decirse que significa “doblar”.
El concepto se aplica para hacer referencia a lo que ocurre cuando un líquido comienza a salir de un recipiente ya que éste no alcanza a contenerlo. De esta manera, el líquido se escapa de su contención y se derrama por la parte superior.
Por ejemplo: “Si sigues sirviendo vino en esa copa, va a rebosar”, “Al rebosar el jugo de la jarra, el líquido cayó a la mesa y ensució el mantel”, “Ten cuidado con la espuma, que puede hacer rebosar la cerveza”.
La noción puede aplicarse tanto al líquido como al recipiente en cuestión. Se puede decir, por lo tanto, que el agua “rebosó” un vaso o que el vaso “rebosó” cuando el agua empezó a derramarse.
Por extensión, la idea de rebosar se emplea cuando existe una gran abundancia de algo. Puede decirse que a una persona le “rebosan” los libros si su biblioteca ya no es suficiente para albergar todos los ejemplares que tiene en la casa.
Un espacio, por otra parte, rebosa cuando se llena de gente y su capacidad queda colmada: “A este ritmo, el estadio va a rebosar antes de que comience el partido”, “El teatro rebosará de gente cuando el cantante salga a escena”.
En ese caso, lo habitual es decir que un lugar concreto está lleno a rebosar. Un ejemplo de esa acepción sería: “No pudimos entrar finalmente a la discoteca, estaba llena a rebosar porque albergaba la actuación en directo del grupo de moda”.
Una persona, por último, puede rebosar cuando un sentimiento o una emoción lo embargan intensamente: “Ricky va a rebosar de alegría cuando reciba su regalo”, “Rebosante de felicidad, la actriz agradeció el premio”.
En concreto, se suele utilizar de manera coloquial bajo la apariencia de “rebosar la paciencia”. Esta es una expresión que se emplea para indicar que alguien tiene mucha paciencia y ha aguantado mucho determinadas circunstancias pero que al final no ha podido más y ha reaccionado ante las mismas. Un ejemplo de eso sería la siguiente frase: “A Manuel ya le ha rebosado la paciencia con su mujer y ha decidido separarse, después de aguantar sus malas respuestas, su falta de cariño e incluso sus infidelidades”.
De la misma manera, no podemos olvidar que, aunque ya está completamente en desuso esta acepción, también se ha empleado el verbo rebosar durante mucho tiempo como sinónimo de vomitar.
Es importante no confundir rebosar con rebozar, que consiste en cubrir algo con una capa: “Para rebozar la carne, usa huevo y pan rallado”.
Quienes llevan a cabo el ceceo o el seseo son los que pueden presentar dificultades para utilizar rebosar y rebozar o bien pueden usarlos correctamente pero llevar a equívoco a sus interlocutores, que pueden entender una cosa cuando en realidad les han dicho otra.