Definición de proyecto comunitario
Un proyecto es un conjunto de ideas, planes y acciones que se desarrollan de manera coordinada con el objetivo de lograr el cumplimiento de un objetivo. Comunitario, por su parte, es aquello que se asocia a una comunidad (el grupo de seres humanos o países que mantienen intereses en común).
La noción de proyecto comunitario se refiere a las actividades que se llevan a cabo para solucionar un problema o paliar un déficit que sufren los integrantes de un cierto grupo social. Lo habitual es que esta clase de proyecto sea impulsada por las propias personas que tienen que resolver la cuestión.
Los proyectos comunitarios forman parte de los proyectos sociales, que tienen la finalidad de mejorar la vida de las personas a través de la satisfacción de sus necesidades básicas. La especificidad de los proyectos comunitarios radica en que suelen ser ideados, desarrollados y concretados por los vecinos.
Un proyecto comunitario apunta a resolver problemas de una comunidad.
Ejemplos de proyecto comunitario
Supongamos que los niños que forman parte del equipo de fútbol infantil de un club de barrio deben entrenar siempre al aire libre, ya que la institución no cuenta con un gimnasio techado. Esta realidad hace que deban soportar bajas temperaturas en el invierno o que no puedan practicar cuando llueve. Entre los socios del club, idean un proyecto comunitario: construir un recinto cerrado para los entrenamientos. De este modo, piden donaciones de materiales y levantan el gimnasio.
Otro ejemplo de proyecto comunitario es aquel que realiza una sociedad de fomento para concienciar a los jóvenes acerca de los riesgos del consumo de drogas. A través de charlas abiertas, visitas a escuelas y afiches en la vía pública, la entidad desarrolla una campaña comunitaria para que los niños y los adolescentes cuiden su salud y se mantengan alejados de los vicios.
Etapas del proceso
La elaboración de un proyecto comunitario comienza por la etapa de diagnóstico, que consiste en un profundo análisis de la situación de la comunidad y de las problemáticas que le impiden su correcto desarrollo. Para la resolución de los conflictos hallados durante esta fase se puede escoger cualquiera de los siguientes caminos, o bien por los dos a la vez: determinar las herramientas y los recursos que serán necesarios para el trabajo, conseguirlos y ponerse manos a la obra; enseñar técnicas y actividades a la propia comunidad para que participen activamente del proyecto.
El desarrollo de un proyecto comunitario demanda trabajo voluntario.
Como es de esperarse, la lista de problemas y obstáculos que se desprenden del diagnóstico comunitario deben ordenarse de forma jerárquica, de modo tal que sea posible atenderlos uno a uno, a medida que se vuelvan disponibles los recursos necesarios. Cuando las personas al frente del proyecto comunitario pasan por alto dicho procedimiento y se embarcan en la utópica tarea de superar todos los escollos a la vez, aumentan considerablemente las probabilidades de fracasar, desperdiciando los esfuerzos y las herramientas que han conseguido.
Importancia del diagnóstico al elaborar un proyecto comunitario
El diagnóstico comunitario es esencial, ya que no sólo brinda información acerca de aquellas cuestiones que deben ser resueltas, sino que también permite explorar a fondo los aspectos fundamentales de una sociedad. Algunos de los rasgos que todo grupo debe conocer antes de comenzar a elaborar el proyecto comunitario son los siguientes:
* la historia: ¿cómo ayudar a una sociedad a superar sus problemas si no conocemos su pasado, si no le recordamos que ha sido capaz de salir adelante en épocas anteriores?
* infraestructura: no todas las comunidades cuentan con los servicios que solemos considerar básicos. La falta de agua potable, puentes o sistemas de saneamiento es razón suficiente para planear un proyecto comunitario;
* economía: así como la historia, el aspecto económico de un territorio también puede brindarnos herramientas para resolver los problemas aprovechando sus fortalezas.