Definición de prosapia
El término prosapia, que tiene su origen etimológico en la lengua latina, alude al linaje de un individuo. La prosapia de un ser humano está dada por su ascendencia: es decir, por sus antepasados.
Todas las personas tienen ancestros, incluso cuando no sepan quiénes son: padres, abuelos, bisabuelos, etc. En este sentido, siempre existe una prosapia. Sin embargo, la noción se emplea generalmente cuando esa ascendencia es aristocrática o ilustre.
Por eso, cuando se dice que alguien es “de prosapia” o tiene un apellido “de prosapia”, se está haciendo referencia a su destacada estirpe. Esto implica que, en línea ascendente, es posible encontrar a personalidades poderosas o reconocidas en su familia.
Tomemos el caso de Eugenia de Chikoff (1919-2014). Esta argentina, maestra de protocolo y famosa por enseñar buenos modales en televisión, era hija del conde de Chikoff, un aristócrata ruso. Gracias a la posición social y económica de sus familiares, viajó a Alemania, Inglaterra y Francia para estudiar y luego regresó al territorio argentino. Puede decirse que Eugenia de Chikoff era una mujer de prosapia.
Por lo general la prosapia va más allá del dinero. Si un hombre gana un millón de dólares en un concurso televisivo, por mencionar una posibilidad, esa riqueza material no le otorga prosapia a su grupo familiar. Por el contrario, un descendiente de la nobleza que atraviesa una mala situación financiera sigue manteniendo la prosapia de su clan.
La prosapia, en definitiva, se asocia al origen o a las raíces. De este modo la construcción de prosapia lleva varias generaciones y se vincula a factores económicos, sociales y culturales.