Definición de prognatismo
Lo primero que vamos a hacer, antes de entrar de lleno en el establecimiento del significado del término prognatismo, es determinar su origen etimológico. En ese sentido, hay que dejar claro que se trata de un neologismo al que se dio forma en el siglo XIX y que se compuso de tres partes derivadas del latín y del griego:
-El prefijo latino “pro-”, que significa “hacia adelante”.
-El sustantivo griego “gnathos”, que es equivalente a “mandíbula”.
-El sufijo griego “-ismo”, que puede traducirse como “cualidad”.
El prognatismo es la condición del individuo que es prognato. Este adjetivo se utiliza para calificar a las personas cuyas mandíbulas resultan salientes. Esto quiere decir que la mandíbula, ya sea su parte inferior o superior, termina sobresaliendo del rostro.
Diversos factores pueden provocar el prognatismo. En los seres humanos, esta condición puede provocar diversos trastornos más allá de las cuestiones estéticas, ya que el prognatismo impide un cierre de la boca normal y puede provocar problemas para masticar o incluso para hablar.
Lo habitual es que el maxilar inferior aparezca “adelantado” respecto al maxilar superior, haciendo que los dientes no queden bien alineados. Esta oclusión dental deficiente puede constituirse como un síntoma de ciertos trastornos, por lo que es conveniente consultar a un odontólogo. En ciertos casos, el prognatismo debe solucionarse con una cirugía. El profesional también puede indicar el uso de ortodoncia.
En concreto, se considera que tres de las causas más importantes que dan lugar a esa extensión de la mandíbula son las siguientes:
-Afecciones hereditarias, como sería el caso del síndrome nevo de células basales o el síndrome de Crouzon.
-Gigantismo, que, como su propio nombre indica, es un crecimiento anormal y grande durante la niñez.
-Acromegalia, que se caracteriza por el hecho que significa que una persona tiene demasiada hormona del crecimiento.
Las personas que sufren prognatismo tienen que hacerle frente a una serie de síntomas o consecuencias, tales como estas:
-Una innegable asimetría facial.
-Dolores articulares.
-Pésima autoestima, ya que están totalmente a disgusto con su apariencia física.
A lo largo de la historia han existido muchos casos de seres con prognatismo. Así, se considera que los primeros en padecerlo fueron los hombres de Cro-Magnon y también incluso los neandertales. No obstante, después de ellos también tuvieron esa característica facial ciertos faraones del Antiguo Egipto.
Cabe destacar que el prognatismo puede tener causa genética y, por lo tanto, heredarse. Entre los casos más conocidos de prognatismo se encuentra la condición compartida por diversos integrantes de los Habsburgo, una dinastía que gobernó España entre los siglos XVI y XVII. Debido a la apariencia que otorga el prognatismo, muchos miembros de los Habsburgo optaron por dejarse crecer la barba para ocultar el defecto de su mandíbula. Los retratos realizados por pintores de la época, sin embargo, permiten advertir la condición.
Más allá de lo que provoca en el ser humano, el prognatismo resultaba normal en otras especies de homínidos. En el Homo sapiens actual, de hecho, no siempre se convierte en un problema médico.