Definición de progenitor
Progenitor, cuyo origen etimológico nos remonta al latín progenitor, es un término que se usa para nombrar al padre de un individuo. En concreto, el concepto refiere al pariente que, respecto a un sujeto, se halla en una línea ascendente.
En la biología, se conoce como progenie a las crías. Esto quiere decir que la progenie, también mencionada como descendencia, es la consecuencia de un proceso de reproducción. Quienes desarrollan dicho proceso reproductivo son los parentales o progenitores.
Si nos centramos en el caso específico de los seres humanos, la reproducción se lleva a cabo a través de una relación sexual. Un niño, por lo tanto, es el fruto de una relación sexual que mantuvieron sus progenitores nueve meses atrás (ya que ese es el tiempo de gestación y lo que dura el embarazo).
La progenie es el mecanismo más importante del ser humano para establecer grupos sociales. Cuando los progenitores tienen su descendencia, forman lo que conocemos como familia. El niño, al crecer, se convertirá en un adulto que puede decidir tener su propia descendencia, agrandando así la familia original formada por sus progenitores quienes, obviamente, han tenido sus propios progenitores (los abuelos del niño).
A partir de la descendencia y de otros vínculos no sanguíneos, se desarrollan y se amplían las familias que constituyen el grupo básico a través del cual se organiza una sociedad.
Podemos comprender qué es un progenitor a través de incontables ejemplos. El actor Kirk Douglas, por citar un caso, es el progenitor del también actor Michael Douglas. Éste, por su parte, es el progenitor de sus tres hijos (los nietos de Kirk).
La figura del progenitor, así como su accionar, son determinantes en la vida de toda persona, aunque esto no significa que éste deba estar presente para que tenga lugar un desarrollo sano. De hecho, las combinaciones entre todas las variables relacionadas con la relación entre el padre y sus hijos son tantas que no es posible saber cómo será un niño de adulto tan sólo observando sus primeros años de vida.
Gracias a los esfuerzos de muchas personas, en la actualidad son cada vez más los países y las ciudades que aceptan el matrimonio entre personas del mismo sexo y, por otro lado, la adopción por parte de parejas homosexuales. A pesar de las controversias y las supuestas verdades sobre las cuales se apoyan sus detractores, existe un sinfín de pruebas de que ser criado por dos padres, dos madres, un padre y una madre, tan sólo uno de ellos o bien un tutor no determina en sí mismo el futuro de la persona, sino que la clave se encuentra en otros factores.
La tarea del progenitor es mucho mayor que la mera participación del proceso reproductivo o, cuando el uso del término es menos estricto, de la adopción del niño. Su comportamiento a lo largo de la crianza es el punto fundamental, ya que es durante ese período de la vida de su descendiente que podrá expresarle su amor, enseñarle a enfrentar los desafíos propios de cada etapa, inspirarle confianza para que pueda contar con él cuando lo necesite, darle un buen ejemplo para que se convierta en una persona de bien y no haga daño a los demás ni a sí mismo.
Lo normal es que la relación entre un hijo y su progenitor atraviese diferentes fases, que pueden ir desde la admiración hasta el odio, entre otros extremos posibles. La adolescencia es el primer momento caótico en la vida de una persona, salvando excepciones, y suele acarrear una revolución emocional que consiste en desafiar a los padres, como respuesta a dos hechos bien puntuales: haber descubierto que no son perfectos, como creíamos hasta entonces; comenzar a saborear la libertad de la adultez. Los sentimientos hacia el progenitor y las ideas acerca de su figura que surgen durante la adolescencia pueden perdurar o revertirse, según el caso.