Definición de prefijo

El término latino “praefixus”, que puede traducirse como “sobre puesto”, es la palabra de la que deriva el actual “prefijo” que ahora vamos a proceder a analizar. En concreto, aquella se encuentra conformada por dos partes diferenciadas: “pre”, que es equivalente a “antes”, y el verbo “figere”, que es sinónimo de “fijar”.

Un prefijo es un afijo, un elemento gramatical que se adhiere a un término para cambiar su significado. En el caso de los prefijos, se anteponen a la palabra que se desea modificar. Los sufijos, en cambio, son los afijos que se colocan al finalizar la palabra.

Los prefijos modifican el significado de los términos a los cuales se unen.

Un tipo de afijo

El prefijo, por lo tanto, es un afijo antepuesto que crea una palabra derivada. De esta manera, el prefijo inter se puede sumar a un término para especificar que se encuentra entre medio de algo. Por ejemplo: intermedio, intercomunicador (“Quiero la caja de tamaño intermedio”, “Tenemos que llamar al departamento técnico: el intercomunicador no funciona”.

En nuestra lengua, existen numerosos prefijos, la mayoría de ellos con origen en el latín o el griego. Algunos indican un número o una cantidad, como cuadri o penta (“El boxeador británico subió al cuadrilátero y escuchó una ovación”, “No sé dónde ubicar la clave de sol en el pentagrama”).

Otros prefijos revelan negación u oposición: ese es el caso de des o dis (“Tuviste muchos desaciertos en el último año como para pretender un ascenso”, “El gerente quedó disconforme con el proyecto que le presentamos”).

Clasificación de los prefijos

Muchos son los tipos de prefijos que existen en castellano. No obstante, podemos clasificarlos en tres grandes grupos:

• Por su origen. En este caso, dentro de dicha agrupación lo habitual es que nos encontremos con dos conjuntos fundamentalmente, los que emanan del latín y los que lo hacen del griego. Entre los más habituales que proceden del latín se encuentran “ante-“, “con-“, “contra-“, “des-“ o “hemi-“. En el caso de los prefijos más frecuentes que derivan del griego están “anti-“, “epi-“, “hiper-“, “hipo-“, “macro-“ o “meta-“, entre otros muchos más.

• Por su posición. En esta modalidad nos encontramos con dos grandes grupos diferenciados: los que directamente se integran o superponen con la palabra a la que “acompañan” o los que se colocan de manera separada delante de aquella.

• Por sus señas de identidad. Dentro de esta gran clasificación, hay dos grupos: los prefijos y los prefijoides.

Para realizar un llamado telefónico de larga distancia, es necesario conocer el prefijo de la línea con la cual se pretende establecer una comunicación.

La escritura correcta

Cabe destacar que los prefijos se escriben unidos a la palabra que modifican, sin guión. Es decir: se debe escribir “reproducir” y no “re-producir”. Existen, de todos modos, algunas excepciones.

Una de ellas indica que los prefijos pueden unirse con guión a aquellos términos que se escriben o que se inician con mayúsculas (“Era un abogado mediocre en su vida pre-FIFA”, “Atentado de un grupo anti-Mercosur causa dos muertos”).

Los prefijos en la telefonía

Prefijo, por último, es el número o código que indica la zona con la cual se pretende entablar una comunicación por vía telefónica: «El prefijo de la ciudad de Buenos Aires es 11».

De esta manera, cualquier persona que quiera llamar vía telefónica a otra que no se encuentra dentro de su provincia o de su país es imprescindible que, antes de marcar el número de aquella, proceda a hacer lo propio con el prefijo de la urbe o nación donde reside con quien desea ponerse en contacto.

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