Definición de potasa

La etimología de potasa remite al vocablo francés potasse, a su vez derivado del neerlandés potasschen (que se traduce como “cenizas de pote”). El término hace referencia al hidróxido de potasio en estado sólido.

Es importante saber que el potasio es un elemento químico metálico de amplia presencia en la corteza del planeta Tierra. Un hidróxido, en tanto, es un compuesto que se forma a partir de la unión de un metal con el anión OH-.

Respecto al hidróxido de potasio o potasa, se trata de una base fuerte que funciona como delicuescente (puede absorber la humedad que hay en el aire hasta desarrollar una solución acuosa) y deshidratante. La potasa suele utilizarse para la producción de jabón.

Los jabones con potasa se obtienen a partir de la reacción del álcali con las sustancias grasas. En comparación a los jabones preparados con hidróxido de sodio, se disuelven con mayor rapidez, son más transparentes y provocan una cantidad más alta de espuma.

La potasa, que absorbe con rapidez el anhídrido carbónico que se halla en el aire, se caracteriza por ser dura. Por lo general se comercializa en escamas con una pureza cercana al 90%.

De la misma manera, no podemos olvidar que la potasa se puede usar también como abono. En concreto, existe lo que se conoce como fertilizante de potasa que se encuentra conformado por gránulos secos que cuentan con recubrimientos no solo antipolvo sino también de antiapelmazamiento.

Si ese tipo de fertilizante se usa mucho es porque trae consigo una serie importante de ventajas, entre las que podemos destacar las siguientes:
-Es muy apropiado a la hora de acometer lo que son mezclas a granel.
-Es compatible, además, con sistemas líquidos.
-No hay que pasar por alto tampoco el hecho de que, frente a otros fertilizantes existentes, da más seguridad a quienes recurren al uso del mismo.
-Al contrario que otros tipos de abono, este mejora la calidad del aire del lugar donde se emplea o fabrica.

Es interesante conocer que uno de los abonos de potasa más relevantes es el llamado potasa quelatada. Este se emplea fundamentalmente en dos estaciones del año, primavera y otoño, y tiene entre sus principales beneficios que es muy apropiado para hacerle frente a los cultivos en momentos donde las heladas o las sequías están haciendo estragos.

De este abono hay que subrayar, además, que contribuye de manera contundente a lo que es la maduración del fruto en cuestión.

Es más, tampoco hay que olvidarse del abono conocido como potasa para olivos. Este está específicamente creado para ese tipo de árboles, a los que ayuda a mejorar la calidad de sus frutos así como el tamaño de los mismos, entre otras cosas.

Cuando la potasa se encuentra en una solución muy concentrada, resulta corrosiva. Al diluirse, se suele emplear para el combate de plagas. En este sentido, la potasa ayuda a combatir a los insectos que disponen de exoesqueleto como los pulgones, resecando dicho sector de su cuerpo e imposibilitando su transpiración.

Por eso, cuando se pulveriza potasa diluida sobre las hojas de las plantas, se protege al vegetal contra diversos animales. Incluso sirve para enfrentar el avance de los hongos.

Definición siguiente →