Definición de porcelanato
El porcelanato es un material que se utiliza para el revestimiento de suelos y paredes. Este producto de tipo cerámico es fabricado a partir de una combinación de cuarzos, arcillas y otros materiales, que se moldean, se prensan, se someten a un proceso de secado y se tratan a una temperatura de más de 1.300 grados centígrados.
El resultado es una pieza compacta y vitrificada, que tiene una gran resistencia al desgaste y que absorbe una cantidad muy baja de agua. De este modo, el porcelanato ofrece beneficios que no pueden encontrarse en la cerámica tradicional.
Por ejemplo: “Tenemos que escoger el porcelanato que instalaremos en el baño”, “Aún no trajeron el porcelanato, por lo que no podemos continuar con las obras de refacción”, “Me han recomendado el porcelanato para el recubrimiento del suelo de la cocina”.
Los especialistas afirman que el porcelanato tiene una resistencia casi tres veces superior a la cerámica frente a la acción química, el rayado y el desgaste en general. Gracias a la ausencia de poros, no sólo casi no absorbe agua, sino que además resulta muy fácil de limpiar debido a que no acumula grasa ni suciedad.
Estas características hacen que el porcelanato sea empleado en espacios públicos de mucho tránsito, como un aeropuerto o un hospital, ya que el producto tiene buena durabilidad y no exige grandes esfuerzos para su mantenimiento.
Existen diversos tipos de porcelanato con colores, formas y diseños muy diversos. Su instalación, por otra parte, resulta sencilla: sólo hay que nivelar las piezas y utilizar un pegamento.
Además de todo lo expuesto, no hay que pasar por alto otra serie importante de ventajas que ofrece el citado porcelanato:
-Ofrece una gran resistencia al paso del tiempo, por lo que comprar este material es hacer una inversión de futuro.
-No menos importante es que también consigue brindar un acabado muy moderno a la par que elegante.
-El hecho de que sus baldosas sean grandes evita que en los suelos y paredes haya muchas juntas que estropeen el “acabado”.
-Apenas necesita mantenimiento, por lo que se puede limpiar de manera fácil y sin tener que realizar un gran desembolso económico en productos muy específicos.
-En el mercado hay una gran variedad de precios, por lo que cualquiera pueda instalarlo en sus viviendas.
Por otro lado, tampoco hay que olvidarse que el porcelanato también tiene sus desventajas. En este sentido, tenemos que decir que entre los contras que más se le achacan se encuentran estos:
-Los que tienen el efecto abrillantado se rayan con mucha facilidad, lo que hace que no sólo pierdan el brillo de manera rápida sino que además se puedan ver estropeados de forma muy sencilla.
-Se trata de un material de decoración que no está especialmente indicado para los pisos más fríos, ya que el mismo no aporta ningún tipo de calidez. De ahí que no se recomiende tampoco para decorar las casas de ciudades con temperaturas elevadas.
-Hay algunos colores que son especialmente sucios y que rápidamente muestran marcas de diversa tipología.