Definición de plan de negocios
Un plan de negocios es una guía para el emprendedor o empresario. Se trata de un documento donde se describe un negocio, se analiza la situación del mercado y se establecen las acciones que se realizarán en el futuro, junto a las correspondientes estrategias que serán implementadas, tanto para la promoción como para la fabricación, si se tratara de un producto.
De esta manera, el plan de negocios es un instrumento que permite comunicar una idea de negocio para venderla u obtener una respuesta positiva por parte de los inversores. También se trata de una herramienta de uso interno para el empresario, ya que le permite evaluar la viabilidad de sus ideas y concretar un seguimiento de su puesta en marcha; una plataforma de análisis y pruebas, en la que pueden quedar archivados muchos proyectos que no necesariamente sean pobres, sino que quizás necesiten más tiempo y dedicación para conseguir el éxito esperado.
Dado que señala los objetivos a cumplir, un plan de negocios debe incluir el detalle del plan de acción necesario para alcanzarlos. Por otra parte, es importante que el plan de negocios esté elaborado de forma tal que permita ser actualizado con los cambios propios del dinamismo del mercado y de la situación de la empresa.
La elaboración de planes supone uno de los aspectos más importantes de la gestión empresarial. El hecho de contar con una guía es una especie de seguro ante los inconvenientes que surgen durante el trabajo cotidiano, ya que ofrece posibles soluciones y alternativas.
En todos los planes, es importante que el empresario o emprendedor incluya información veraz; las predicciones que realice sobre ingresos del negocio deben ser conservadoras, de modo que la sostenibilidad del negocio esté prevista en el plan de negocios sin grandes números. Siempre es preferible que las ventas superen las previsiones y no viceversa.
Muchas veces, las grandes empresas cometen el error de considerar que un acierto del pasado se repetirá si se sigue un plan similar, y esto puede llevar a la ruina. El mercado, sobre todo en la actualidad, cambia constantemente de tendencias, se aburre fácilmente de los nuevos productos y servicios y demanda ser sorprendido a cada minuto. Los smartphones y su modelo de «la cantidad es más importante que la calidad» son el reflejo del lamentable y peligroso estado de la industria del entretenimiento en el presente.
Trazar un plan de creación de un negocio que tomaría dos años de investigación y desarrollo más otros dos años para pruebas, puesta en marcha de la producción en masa y promoción publicitaria es un riesgo que resultaba muy común hace un par de décadas, pero que cada vez menos compañías están dispuestas a correr. Es muy difícil comprender y anticipar los gustos de los consumidores a corto plazo, y mucho más en un futuro relativamente lejano.
Pero como en todas las relaciones interpersonales, tanto las empresas como su público son responsables de la crisis de calidad que sufren los productos actuales. Para que una compañía responsable y conocida por su creatividad, por tomar caminos alternativos y por sorprender positivamente a los consumidores con productos bien acabados cambie su estrategia y baje el listón, es necesaria la presencia de otra u otras empresas que hayan convencido a la gente de que un precio alto es sinónimo de estafa, entre otras ideas descontextualizadas.
Cuando un gran porcentaje de la población que hasta cierto momento de la historia representaba el objetivo perfecto de un determinado producto se pone en manos de un modelo de imitaciones descaradas y calidad pasable, un negocio que en el pasado habría sido un éxito asegurado se convierte en un callejón sin salida, en un fracaso económico y corporativo. ¿La solución? Algunos optan por un plan de negocios en el cual existan diferentes etapas de publicación, de manera que un proyecto grande se pueda comercializar en pequeñas partes, disminuyendo el riesgo monetario y evitando que pase demasiado tiempo entre el día uno y el lanzamiento.