Definición de pintura abstracta
En el latín es donde se encuentra el origen etimológico de la palabra pintura. En concreto, podemos establecer que emana del vocablo “pigmenta”, que puede traducirse como “pintura o tinte”.
La pintura es el fluido que, aplicado en capas delgadas, permite recubrir una superficie. El concepto se utiliza para nombrar al material, al lienzo en que está pintado algo o al arte de pintar (la representación gráfica que se concreta a partir del uso de pigmentos u otras sustancias).
Del latín abstractus, abstracto es algo que no tiene intención de representar cosas o seres concretos, sino que sólo atiende a cuestiones como la forma, la estructura o el color.
Se conoce como arte abstracto a la manifestación que acentúa aspectos cromáticos, estructurales o formales, sin prestar atención a la imitación material de la realidad. La pintura abstracta, por lo tanto, es la rama pictórica del arte abstracto.
Lo opuesto a la pintura abstracta es la pintura figurativa, que pretende representar imágenes reconocibles. La pintura abstracta, en cambio, apuesta a generar sensaciones desde las formas y no desde la imitación de lo real.
Las primeras manifestaciones abstractas surgieron a comienzos del siglo XX, de la mano de artistas como Wassily Kandinsky y Umberto Boccioni. Existen numerosas corrientes estilísticas dentro del arte abstracto, como la abstracción lírica, la abstracción sintética y la abstracción geométrica.
El citado pintor ruso Kandisky ha sido uno de los más importantes artistas que ha abogado por la pintura abstracta. Es más, con él se considera que da inicio este tipo de arte, que no sólo esbozó y desarrolló sobre los lienzos sino también en el ámbito literario, mediante la creación de diversas obras poéticas.
No obstante, centrándonos en la pintura de este tipo, habría que subrayar el valor de algunos de sus trabajos tales como los siguientes: “Estudio cuadrados a color”, “Composición VIII”… Entre ellas hay que destacar especialmente las que realizó en el periodo comprendido entre 1911 y 1914 como, por ejemplo, “El jinete azul”, uno de sus cuadros más importantes y afamados.
De la misma manera, tampoco hay que olvidarse de otros ilustres artistas abstractos como sería el caso de Joan Miró, Paul Klee, Roy Lichtenstein, Fred Friedich, Norton Barnhill, Jean-Michel Atlan, Piet Mondrian, Erik Ortvad o Sam Francis.
Dentro de la propia pintura abstracta, como ya hemos esbozado, tendríamos que decir que existen diversas corrientes o tendencias, como queramos llamarlo. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la llamada pintura abstracta postpictórica que es aquella que se define por las siguientes señas de identidad: es muy personalizada, rechaza lo que sería la calidad táctil, no tiene en consideración lo que sería la pincelada de tipo expresivo…
La pintura abstracta expresiva es aquella que carece de estructura y que exhibe una composición asistemática a través de la improvisación. La pintura abstracta geométrica, en cambio, está compuesta por obras planificadas según criterios racionales a partir de elementos neutrales, mientras que la pintura abstracta figurativa se caracteriza por intentar representar una realidad móvil y cambiante en un medio que resulta estático e inalterable.