Definición de pebetero
La noción de pebetero refiere a un recipiente que se emplea para la quema de un perfume. El término también puede aludir a la vasija en la cual, en determinados rituales o ceremonias, arde una llama.
Los pebeteros son semejantes a los incensarios. Estos objetos sirven como hornillos y se utilizan para quemar sustancias fragantes. En ciertos contextos específicos, adoptan un uso ceremonial, como mencionamos líneas arriba.
En los Juegos Olímpicos, los pebeteros adquieren una gran importancia. La tradición indica que la llama olímpica debe transportarse desde Olimpia hacia el lugar donde se desarrolla el evento: una vez que se enciende el pebetero, debe permanecer ardiendo durante toda la competencia.
La llama olímpica está vinculada a la mitología. Se trata de la conmemoración de lo hecho por Prometeo, quien robó el fuego de los dioses y se lo concedió a los seres humanos. Ya en los Juegos Olímpicos Antiguos, se encendía el pebetero para que la llama arda a lo largo de la competición.
Hay que exponer que en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en el año 1928 fue donde, por primera vez, el pebetero se encendió directamente de la llama olímpica. El encargado de hacerlo fue el trabajador de una empresa eléctrica de la ciudad. En concreto, fue en estos novenos Juegos Olímpicos de la Edad Moderna cuando se recuperó la tradición de tener encendido el pebetero durante el transcurso de los mismos.
Por otro lado, fue en las Olimpiadas celebradas en la Alemania Nazi cuando se introdujo la idea de que la llama olímpica realizara un recorrido desde Olimpia (Grecia) hasta el lugar donde se iban a celebrar aquellas, que en este caso fue Berlín. Una idea esa que se mantiene y que salió de la mente de Carl Diem.
En la actualidad, en cada edición de los Juegos Olímpicos la llama es encendida bajo custodia del Comité Olímpico Internacional (COI) y transportada a través de la antorcha olímpica. Ese traslado es realizado mediante relevos de atletas y personalidades hasta que, en la ceremonia de apertura de los Juegos, alguna figura se encarga se encender el pebetero.
En las Olimpiadas de 1992, que se celebraron en la ciudad española de Barcelona, el encargado de encender el pebetero de los juegos fue el arquero paralímpico Antonio Rebollo. Este, que contaba con 36 años de edad, fue el encargado de lanzar una flecha con su arco y encender el pebetero que estaba situado a 86 metros de distancia de él, en la zona más alta del Estadio Olímpico de Montjüic.
50.000 personas abarrotaban dicho estadio y más de 3.500 millones de espectadores seguían ese momento en televisión en todo el mundo. Los nervios eran evidentes, sin embargo, a las 22:40 horas de la noche encendió la flecha y consiguió dispararla con la exactitud necesaria para encender el citado pebetero y dar inicio las Olimpiadas de 1992.
En Atlanta 1996, por ejemplo, Mohammed Ali tuvo a su cargo el encendido del pebetero. El boxeador, pese a estar afectado por los efectos del parkinson, cumplió la tarea ante millones de personas que siguieron la ceremonia en el estadio y a través de la televisión.