Definición de parcero
Si buscamos la palabra parcero en el diccionario que elabora la Real Academia Española (RAE), no la encontraremos. Eso no significa, sin embargo, que el término no se utilice. En algunos países, se trata de un concepto bastante popular que se emplea en el lenguaje coloquial.
El origen de parcero se halla en aparcero, noción que se usaba en varias naciones para nombrar a un amigo, aliado o compinche. En la actualidad, un parcero es un amigo de confianza, a quien se le tiene estima y se lo valora.
Parcero puede usarse como sinónimo de compinche.
Uso del término en Colombia
Este uso es habitual en Medellín y en otras ciudades colombianas. Por ejemplo: “Oscar es mi parcero, no te metas con él”, “Me encuentro lejos de casa, sin ningún parcero con quien compartir mis penas”, “Creía que eras mi parcero, pero descubrí que me has traicionado”.
El término también puede ser acortado y usarse como parce. El significado, por supuesto, es el mismo: “Anoche vi a Mauricio en un bar: estaba con un parce bebiendo unas cervezas”, “¡No puedo creer que mi parce se haya ido de la fiesta sin avisarme”, “Tú eres mi parce, no puedo mentirte”.
Algunas fuentes sugieren que el origen de la palabra parcero se encuentra en el idioma portugués, más precisamente en el término parceiro, que puede ser traducido como compañero o socio. En Colombia, parcero se utiliza en el habla cotidiana y pertenece a una serie de modismos que son muy comunes en la juventud proveniente de los sububrbios de Cali y Bogotá, así como de las comunas populares de Medellín.
La noción de parcero se vincula a la amistad.
Parcero en otros países
En Medellín, tanto parce como parcero son palabras que se han arraigado en el lenguaje popular; con el tiempo, su uso se extendió al resto del país, al punto de haberse convertido en un colombianismo muy frecuente. Es importante señalar que en Colombia la gente suele mostrarse amable y cercana incluso con personas a las que acaban de conocer, y esta calidez se refuerza con el uso de palabras tales como parce o mano (que proviene de hermano), las cuales acortan las distancias e invitan al intercambio.
Este fenómeno no es normal en todos los países de habla hispana, del mismo modo que no en todos los idiomas existen formas tan cálidas de relacionarse con los demás. En Argentina, por ejemplo, si bien hay regiones en las que el término amigo puede reemplazar el nombre del interlocutor en un diálogo informal, lo más común es usar el diminutivo de su nombre de pila, o bien un apodo en tono cariñoso.
Así como el concepto de amor puede y suele ser interpretado de maneras diferentes poco cada persona y en cada cultura, el uso de parcero refleja una forma de entender y de mantener las relaciones de amistad y de compañerismo. A través del uso constante de un término tal como parcero, se busca el refuerzo de ese lazo, dejar constancia de su existencia, de la fidelidad implícita en cada intercambio de palabras.
La aparcería
Un término relacionado con parcero es aparcería, un tipo de contrato en el que una persona poseedora de un terreno en el campo (que recibe el título de cedente aparcero) cede a otra persona con independencia legal (que se denomina cesionario aparcero) dicho espacio, otorgándole los beneficios de su explotación; el único requisito es recibir un porcentaje de los resultados obtenidos.
Además, es habitual que este pacto incluya un anexo en el cual se deja constancia del derecho del cesionario de hospedarse en un edificio ubicado en el terreno mismo cuando así lo desee.
El apellido Parcero
Cabe destacar que Parcero también es un apellido bastante común en nuestra lengua. Tatiana Parcero, por citar una persona que lleva este apellido, es una psicóloga y fotógrafa mexicana, nacida en 1967 y radicada en Argentina.
Juan Antonio Cruz Parcero, por su parte, es un licenciado en Derecho que se desempeña como investigador y docente. También puede mencionarse a Adriana Parcero, una diseñadora mexicana que vive en Canadá.