Definición de paleontología
La paleontología es la ciencia que se encarga de estudiar a los seres orgánicos desaparecidos, a través del análisis de sus restos fósiles. El término tiene origen griego: palaios (“antiguo”), onto (“ser”) y logos (“ciencia”).
La paleontología forma parte de las ciencias naturales y comparte distintos métodos con la biología y la geología. Sus principales objetos de estudio son la reconstrucción de los seres vivos ya extintos, el origen y la evolución de estos, las relaciones entre ellos y su entorno, sus migraciones, los procesos de extinción y la fosilización de sus restos.
Esta ciencia se divide en distintas ramas, como la paleozoología (que suele conocerse simplemente como paleontología y se dedica al estudio de los animales extintos), la paleogeografía (estudia la geografía y la topografía del pasado), la paleobotánica (se encarga de los seres vegetales y su taxonomía) y la paleoclimatología (vinculada a la meteorología).
Ya que, como hemos mencionado anteriormente, la Paleontología se encarga de estudiar los fósiles no podemos pasar por alto que una de las ramas más importantes dentro de dicha disciplina es la que recibe el nombre de Tafonomía. En concreto, la misma lo que hace es analizar e investigar lo que son los procesos de formación de los citados fósiles. Así, tiene como principales objetos de estudios procesos tales como la diagénesis, que versa sobre los sedimentos, y la descomposición.
Ramas todas ellas junto a las cuales se encuentra también la conocida ciencia de la Paleoecología, que es aquella que se encarga de llevar a cabo el citado estudio y análisis de los fósiles encontrados para, a partir de los mismos, poder determinar los ecosistemas que existían en aquel momento, es decir, durante las distintas etapas geológicas.
Además de todo lo expuesto hasta el momento merece la pena resaltar el nombre de algunos de los paleontólogos más famosos que han existido a lo largo de la Historia pues gracias a sus trabajos hemos podido descubrir auténticas joyas prehistóricas. Entre los personajes de este tipo más conocidos se encuentra, por ejemplo, el inglés Charles Darwin a quien debemos la obra titulada “El origen de las especies por medio de la selección natural o la preservación de las razas preferidas en la lucha por la vida”.
El francés Georges Cuvier o el norteamericano Joseph Leidy, que descubrió especies desconocidas hasta el momento, han sido otros de los paleontólogos más relevantes hasta el momento.
Para reconstruir los fósiles, incluso las partes desaparecidas, y lograr conocer el aspecto que los seres extintos (como los dinosaurios) tuvieron en vida, la paleontología se vale de varios principios. El actualismo biológico le permite interpretar los fósiles con la aceptación de ciertas leyes físicas y biológicas. La anatomía comparada, por su parte, permite ubicar los fósiles dentro de un cuadro general de los seres vivos.
Los paleontólogos también apelan a la morfología funcional para analizar las relaciones entre la forma y la función, y al principio de correlación orgánica, que postula que las partes de los seres orgánicos se complementan y determinan a las demás.
Cabe destacar que los paleontólogos cuentan con métodos mecánicos (como técnicas de percusión y de abrasión) y métodos químicos para la extracción y la limpieza de los fósiles.