Definición de paisaje natural
Para poder conocer el significado del término paisaje natural se hace necesario, en primer lugar, descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan nombre:
-Paisaje, por un lado, deriva del francés. En concreto, es el resultado de la suma de dos componentes léxicos: el sustantivo “pays”, que significa “campo”, y el sufijo “-aje”, que se usa para indicar “conjunto”.
-Natural, por otro lado, procede del latín. Exactamente de la palabra “naturalis”, que significa “relativo a la naturaleza” y que es el resultado de la suma de los siguientes componentes: el adjetivo “natum”, que es equivalente a “nacido”; el sufijo “-ura”, que indica “resultado de la acción”, y el sufijo “-al”, que se usa para establecer “relativo a”.
El término paisaje tiene varios usos. A nivel general alude a una región o a un sector de un territorio que se puede observar desde un cierto sitio o que se destaca por sus características visuales. Natural, en tanto, es aquello propio de la naturaleza.
Se llama paisaje natural a una zona que no sufrió grandes modificaciones realizadas por el ser humano. También mencionado como ambiente natural o espacio natural, la idea de paisaje natural refiere a lugares que presentan condiciones y rasgos que no fueron alterados por el hombre.
Los paisajes naturales sobresalen por la baja densidad poblacional. Dado que no viven muchas personas en su superficie, no cuentan con desarrollo de infraestructura. Es decir, no tienen autopistas, construcciones de gran tamaño, antenas de telefonía, etc. Por otra parte, los paisajes naturales disponen de sus recursos intactos o, al menos, bien conservados.
Es importante establecer que existen dos tipos diferentes de paisajes naturales:
-El paisaje natural costero. Como su propio nombre nos indica, es aquel que está cerca del mar.
-El paisaje natural interior es, por su parte, aquel que se identifica porque está más alejado de la costa. Dentro de este tipo podemos indicar que hay tres variedades diferentes: el paisaje interior del valle, el paisaje interior de la llanura y el paisaje interior de la montaña.
Es posible oponer un paisaje natural a un paisaje ordenado. En un paisaje natural costero, por ejemplo, el mar llega a la playa sin encontrarse con puertos, muelles, dársenas u otras estructuras. En la costa, además, no hay edificios ni intervención humana. En un paisaje ordenado ubicado en una región similar, pueden existir obras portuarias, balnearios, chiringuitos, costaneras o ramblas y otros desarrollos.
Los paisajes naturales son muy importantes a nivel ecológico. Se trata de reservorios de biodiversidad que regulan el clima y que, por sus particularidades, suelen ser resguardados a través de disposiciones gubernamentales que impiden la modificación del ecosistema. Las reservas naturales, los monumentos naturales, los parques nacionales y los paisajes protegidos forman parte de este tipo de terrenos.
Además, dentro de las reservas naturales tenemos que destacar la existencia de dos tipos: las reservas naturales integrales, que cuentan con ecosistemas en un impecable estado de conservación, y las reservas naturales científicas, que son las que por sus elementos o sus características tienen un valor científico innegable.