Definición de otitis

Otitis es un término que proviene de la lengua griega y que hace referencia a una inflamación del oído.

Varias son las causas que pueden dar lugar a que alguien sufra de otitis. No obstante, entre las más frecuentes estarían el mal funcionamiento y los daños de la conocida como trompa de Eustaquio, problemas de tipo alérgico, infecciones en las vías respiratorias, gérmenes, traumatismos, amigdalitis o problemas en la dentición.

De la misma manera no podemos pasar por alto el hecho de que entre los síntomas que, de forma más exacta y clara, pueden indicar que alguien está sufriendo un problema de otitis se encuentran los siguientes: fiebre, irritabilidad, dolores de oídos, vértigo, supuración por el oído, parálisis facial…

Los niños suelen ser uno de los grupos de la población que más se suelen ver afectados por la otitis, especialmente aquellos que tienen algún tipo de inmunodeficiencia adquirida, los que acuden a centros escolares y también los que cuentan con diversos tipos de alteraciones anatómicas en lo que es la zona rinofaríngea.

Entre las curiosidades que se ha conseguido descubrir en materia de relación de la otitis con la afectación a la población infantil destaca el hecho de que se sabe que los pequeños que son alimentados con leche materna cuentan con menor riesgo de padecer la citada enfermedad que los que no lo son.

A la hora de poder diagnosticar una otitis los profesionales médicos llevan a cabo una serie de acciones. Entre las mismas estaría la consabida exploración física, concretamente de tipo otoscópico, y el examen audiométrico. De esta manera, se podrá establecer un tratamiento que, por regla general, suele consistir en la ingesta de antibióticos.

De acuerdo a su localización anatómica puede distinguirse entre la otitis externa y la otitis media o interna.

La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo; es decir, no pasa más allá de la membrana del tambor. Suele originarse por una infección bacteriana que puede ser aguda circunscrita del conducto auditivo externo, aguda difusa, crónica o invasiva.

La otitis media o interna afecta al oído medio (la caja del tímpano y la trompa de Eustaquio). Es común que esta inflamación esté acompañada por enfermedades respiratorias, como la rinosinusitis.

La evolución del trastorno permite dividir a la otitis media en otitis media aguda (que dura menos de cuatro semanas), otitis subaguda (se extiende entre cuatro y ocho semanas) y otitis crónica (se mantiene durante más de ocho semanas).

La otitis media crónica, por lo tanto, es la más grave de estas inflamaciones. Puede ser supurativa (incluye la perforación mesotimpánica con supuración abundante pero no fétida), colesteatomosa (con una perforación del epitímpano y supuración fétida) o tuberculosa (con perforaciones irregulares y múltiples).

Es importante tener en cuenta que una mala evolución de la otitis media puede derivar hacia enfermedades severas como la meningitis, la laberintitis y la parálisis facial. Ante algún trastorno en el oído, hay que acudir a un otorrinolaringólogo, quien puede recetar gotas óticas, analgésicos, antiinflamatorios o antibióticos (orales o mediante inyección), de acuerdo a lo que crea conveniente.

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