Definición de Oceanía
Oceanía es el continente con menor superficie de todos, y se encuentra en las aguas del océano Pacífico. Está formado por Australia, Nueva Zelanda y diversos archipiélagos.
Los primeros asentamientos humanos de Oceanía se formaron a partir de la llegada de individuos provenientes del continente asiático. Desde esa migración surgieron las etnias nativas que poblaron y pueblan el territorio oceánico.
El imperio Tu’i Tonga fue uno de los más importantes en la antigüedad de este continente. Su dominio se inició en torno al año 950 y se extendió hasta el avance de la colonización europea. Los países más importantes de Oceanía, como Australia y Nueva Zelanda, lograron independizarse a comienzos del siglo XX, mientras que las naciones más pequeñas (como Tonga, Fiyi, Tuvalu y muchas otras) tuvieron que esperar, como mínimo, hasta la década de 1960.
Oceanía se desarrolla entre la región suroriental de Asia y América sobre el océano Pacífico, ocupando una superficie de poco más de nueve millones de kilómetros cuadrados. Los expertos, de todas formas, todavía debaten sobre qué territorios deberían considerarse como parte del continente.
La mayor parte de Oceanía es árida y desértica. Es posible encontrar, de todas formas, algunas montañas de más de 2.000 metros de altura y hermosas playas que constituyen un importante atractivo turístico.
Entre las características más salientes de Oceanía que se conocen a nivel mundial, se destacan la cultura maorí (con su danza conocida como haka), el buen nivel de varios seleccionados locales de rugby y la amplia presencia de canguros.
Principales destinos de Oceanía
Moorea
Se trata de una isla volcánica en donde abunda la naturaleza exótica y los paisajes impresionantes. Se sitúa en la Polinesia Francesa, a tan sólo 17 kilómetros de Tahití. Su nombre original, Aimeho, puede traducirse como «refugio». Gracias a su geografía, que cuenta con la presencia de montañas, vertientes y bahías, es posible realizar actividades al aire libre tales como senderismo y deportes de aventura, a la vez que admirar los bellísimos paisajes desde algunos de sus miradores. Como dato curioso, es muy escogida por parejas de recién casados para pasar su luna de miel.
Queenstown
Es una ciudad ubicada en Nueva Zelanda que se caracteriza por ofrecer una perfecta combinación de paisajes invernales y veraniegos, ambos con una belleza sin igual. Es el destino por excelencia de los amantes de los deportes de aventura y uno de los escenarios más impresionantes de Oceanía (no hay que olvidar que Nueva Zelanda es a menudo el país en el cual se filman películas cuyas historias tienen lugar en mundos imaginarios, como ocurrió con la saga de «El Señor de los Anillos«). Queenstown ofrece veranos calurosos y duraderos e inviernos en las montañas nevadas, la receta ideal para una aventura inolvidable.
La Ópera de Sídney
También conocida como la Casa de la Ópera de Sídney, es uno de los teatros más famosos del mundo. Se encuentra en la ciudad homónima, en Australia, y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2007. Su diseño comenzó a mediados del siglo XX, pero finalmente abrió sus puertas el 20 de octubre del año 1973. Entre los géneros que se representan en su escenarios se encuentran el ballet, el drama y la ópera. Cabe mencionar que una de las figuras más importantes asociadas con este teatro fue nada menos que Joan Sutherland, una de las sopranos más celebradas de todos los tiempos; esta incansable estrella de la ópera fue la responsable de revivir algunas obras que habían quedado en el olvido.
La Polinesia
Las Islas de la Polinesia son consideradas por muchos como un pedacito de paraíso en la Tierra. Sus paisajes son de una belleza excepcional y también cuentan con una riqueza cultural que atrae a miles de personas cada año. Como es de esperar en un destino turístico de Oceanía, las montañas, la vegetación y el mar se combinan con cielos azules y un aire colmado de misticismo que invita al descanso a la vez que a la aventura.