Definición de nuncio
Se llama nuncio al individuo cuya función es llevar un encargo o un comunicado. El nuncio es enviado por una persona para que se ponga en contacto con otra y le deje el aviso en cuestión.
También se conoce como nuncio al diplomático que representa al papa y que dispone de determinadas facultades pontificias. En este caso suele hablarse específicamente de nuncio apostólico.
Este nuncio se desempeña como embajador de la Santa Sede (la jurisdicción del papa). De este modo asume la representación del líder de la Iglesia católica. Por lo general se trata de un arzobispo: el papa Juan XXIII, por ejemplo, fue nuncio antes de convertirse en el sumo pontífice.
El actual nuncio apostólico en Argentina, por mencionar un caso, es el congoleño León Kalenga Badikebele, que había sido nuncio en Ghana, El Salvador y Belice. El nombramiento del monseñor Badikebele fue realizado por el papa Francisco en marzo de 2018.
En 2003, un nuncio murió a manos de criminales mientras cumplía su misión: el monseñor irlandés Michael Courtney, representante del papa en Burundi. Este nuncio apostólico intentaba contribuir al proceso de paz en dicha zona de África cuando fue asesinado a balazos. Courtney había llegado a Burundi en 2000 y en ese mismo año ya había sufrido un atentado.
En este contexto existe el concepto de nunciatura apostólica, una misión diplomática de la Santa Sede cuyo rango es altísimo y que participa de las relaciones diplomáticas que tiene con el exterior. Su nombre deja en evidencia que está encabezada por un nuncio, que también puede ser mencionado como embajador papal. En otras palabras, podemos decir que hace las veces de embajada ante el resto del mundo.
Es importante no confundir el rol del nuncio con el del delegado apostólico, ya que este último no lleva a cabo funciones diplomáticas de carácter oficial. Dicho de otra manera, no forman parte del cuerpo diplomático y, por lo tanto, no ejercen una representación oficial del papa frente a los demás Estados.
Por lo general, la Santa Sede manda un delegado apostólico a aquellas partes del mundo con las cuales no haya establecido ninguna relación diplomática. Por esta razón, la sede en la que se establece no tiene inmunidad diplomática ni goza de ninguno de los privilegios generalmente asociados a los embajadores. Esto no significa que los delegados apostólicos no reciban protección alguna por parte de sus superiores: antes de su envío al exterior, el Estado que lo recibirá debe garantizarle una serie de condiciones relacionadas con su seguridad personal y con la libertad de vivir su religión.
Desde el papel del nuncio hasta el del delegado apostólico, a través de sus relaciones diplomáticas, la Santa Sede dice buscar sin cesar caminos de justicia para los seres humanos, una realidad en la que se cumplan las obligaciones y se respeten los derechos de todas las personas, vivan donde vivan.
El Vaticano cree en el bien común como fuente innegable del bien individual. Por esta razón, el papa ejerce un trabajo de diplomacia ayudado principalmente por el nuncio para comunicarse eficazmente con el resto del mundo y esparcir este mensaje de igualdad.
Fuera del ámbito de la Iglesia, fue gracias al trabajo de los papas Pablo VI y Juan Pablo II que la figura del nuncio se conoce con mayor amplitud. A pesar de ello, muchos la asocian a la política o la tecnocracia; sin embargo, su papel se asemeja al de un pastor con formación académica y sacerdotal.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), la idea de nuncio también puede emplearse para hacer referencia a una señal o una advertencia. Por ejemplo: “La agitación de las aves es nuncio de tormenta”, “Las declaraciones de este tipo suelen ser nuncio de una crisis interna”.