Definición de millonario
En el italiano es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término millonario. Y es que deriva de “milione” que, a su vez, emana del latín “mile”.
El adjetivo millonario se usa para calificar a quien dispone de, al menos, un millón de unidades monetarias (dólares, euros, etc.). Utilizado también como sustantivo, el término alude a alguien con una gran riqueza.
Por ejemplo: “La empresa de telefonía fue comprada por un millonario chino que, de este modo, desembarca en el mercado latinoamericano”, “Con apenas 19 años de edad, el joven futbolista se volvió millonario gracias al contrato que firmó con el club español”, “No pretendo ser millonario, pero sí me gustaría tener más dinero para darme algunos gustos”.
Acaudalado, rico, adinerado, opulento, potentado o creso son algunas de las palabras que pueden funcionar como sinónimo de millonario. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con términos tales como pobre o indigente.
El millonario puede guardar su riqueza de distintos modos. Por lo general no solo almacena mucho dinero en efectivo, sino que además tiene cuentas bancarias, acciones y bienes como inmuebles y automóviles.
Entre los millonarios con unas cuentas bancarias con mayor número de cifras se encuentran figuras tales como Jeff Bezos, propietario de Amazon; Bill Gates, uno de los creadores de Microsoft; Bernard Arnault, que es uno de los empresarios de referencia dentro del sector de los artículos de lujo; y Mark Zuckerberg, propietario del grupo Facebook.
No obstante, en esa lista de los millonarios más acaudalados están el empresario español Amancio Ortega, el dueño de los Clippers Steve Ballmer o el cofundador de Oracle Larry Ellison.
Lo habitual es que el millonario lleve una vida holgada y se encuentre en una buena posición social. Su situación económica le permite no tener preocupaciones laborales ni materiales, por lo cual puede dedicar mucho tiempo a viajar y al ocio.
Existen, sin embargo, algunas excepciones. Cuando la inflación es muy elevada o incluso se produce una hiperinflación, el dinero se desvaloriza y, por lo tanto, el millonario puede ser pobre. Supongamos que, en un cierto país y en un momento histórico particular, una persona necesita tres millones de pesos mensuales para cubrir las necesidades básicas y no caer en la pobreza. En este marco, aquel que dispone de un millón de pesos en el banco es millonario, aunque esa cifra no le alcanza ni siquiera para solventar los gastos elementales de un mes.
Además, no hay que pasar por alto que uno de los concursos de televisión en España más significativos y exitosos de la historia lleva en su título el término que ahora nos ocupa. Nos estamos refiriendo a ‘¿Quién quiere ser millonario?’. Este se ha emitido en distintas temporadas desde 1999 y su presentador más reconocido fue Carlos Sobera.
Los concursantes que acudían a él tenían que ir respondiendo preguntas sobre distintos temas ante las que se les daban cuatro posibles soluciones. El objetivo era llegar a la última cuestión, que de acertarse permitía ganar 50 millones de pesetas.